La Poesía española en el primer tercio del de S.XX
Este es el título del tema II del actual temario de las PAU.
En los
primeros treinta años del S.XX tendríamos la llegada del Modernismo
a España, a través del maestro Rubén Darío, la acogida del
Modernismo por parte de poetas como Salvador Rueda, Antonio Machado,
su hermano Manuel, Juan Ramón Jiménez, etc.
También en esta etapa podría hablarse de una poesía
regionalista y algo costumbrista, el caso de Salvador Rueda (la misma
fase se está dando en poetas locales -un Gabriel y Galán en
Extremadura o de Vicente Molina en Murcia-); pero podríamos hablar de la
poesía propiamente noventayochista de la segunda etapa de Machado o
Unamuno, o también un poco más tarde la Poesía pura o esencialista
de las distintas etapas de J.R Jiménez.
Y que también en los últimos años de la etapa llegan a España las Vanguardias europeas y comenzará
su andadura la Generación del 27 (pero esto ya se propone como tema
4)
MODERNISMO
MODERNISMO
Rubén Darío es el que trae el Modernismo a España, él llega como
embajador de las letras, a propósito del IV centenario del
descubrimiento de América en 1898, más tarde residiría en París
introducido en los círculos literarios por A. Sawa, y vivió dos
décadas a caballo entre España y París como enviado del periódico
de La Nación de B. Aires para el que escribía crónicas y
como embajador de Nicaragua.
Su aportación a la Poesía española consiste en haber traído con su Poesía un movimiento que aunaba el Romanticismo español (lo que este tiene de otoñal y de melancolía), el exotismo americano con sus selvas, pájaros y su mundo exuberante de culturas ancestrales, y los movimientos artísticos franceses del Parnasianismo (mov. formalista que busca "el arte por el arte") y el Simbolismo que trata de desvelar lo que la realidad esconde a través de símbolos más inmediatos).
Siempre se habló de Rubén como persona carismática en la Poesía: sus versos alejandrinos, sus versos eneasílabos franceses, sus acentos marcados, su musicalidad, aprovechando acentos, palabras esdrújulas, cambios de rima, recursos literarios: encabalgamientos: ("Y sufrir por la sombra / y por..." del poema Lo fatal) o paralelismos, y aliteraciones, y no solo en los poemas mayores (ínclitas razas ubérrimas/ sangre de hispania fecunda....de Salutación del optimista), si no en las piezas en apariencia menores: las juguetonas de La Sonatina, ("está mudo el teclado de su clave sonoro", "con el ala aleve del leve abanico" de La marquesa Eulalia), o en las transcendentales Lo Fatal ("Y la carne que tienta con sus frescos racimos/ Y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos").
Su aportación a la Poesía española consiste en haber traído con su Poesía un movimiento que aunaba el Romanticismo español (lo que este tiene de otoñal y de melancolía), el exotismo americano con sus selvas, pájaros y su mundo exuberante de culturas ancestrales, y los movimientos artísticos franceses del Parnasianismo (mov. formalista que busca "el arte por el arte") y el Simbolismo que trata de desvelar lo que la realidad esconde a través de símbolos más inmediatos).
Siempre se habló de Rubén como persona carismática en la Poesía: sus versos alejandrinos, sus versos eneasílabos franceses, sus acentos marcados, su musicalidad, aprovechando acentos, palabras esdrújulas, cambios de rima, recursos literarios: encabalgamientos: ("Y sufrir por la sombra / y por..." del poema Lo fatal) o paralelismos, y aliteraciones, y no solo en los poemas mayores (ínclitas razas ubérrimas/ sangre de hispania fecunda....de Salutación del optimista), si no en las piezas en apariencia menores: las juguetonas de La Sonatina, ("está mudo el teclado de su clave sonoro", "con el ala aleve del leve abanico" de La marquesa Eulalia), o en las transcendentales Lo Fatal ("Y la carne que tienta con sus frescos racimos/ Y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos").
Se trata de un arte sensual, que aprovecha todos los recursos para halagar los sentidos:
- La vista, eligiendo adjetivos cromáticos (desde los colores más apagados -grises o blancos en Machado- hasta los colores más brillantes -cárdenos o púrpuras-)
- El oído, desde los sonidos más suaves hasta los más estridentes (está mudo el teclado/ con los staccati de una bailarina y las locas fugas de una colegiala/ la orquesta perlaba sus mágicas notas/ frases vagas y tenues suspiros/ la divina Eulalia ríe, ríe, ríe)
- El olfato (perfumes, esencias, aromas, fragancias de oriente (los nelumbos de oriente, de Occidente las dalias y las rosas del sur)
- El gusto (festivas fiestas, donde el licor y el champaña alegran el paladar)
- El tacto (los sedosos trajes, el blanco tersor del mármol florido)
Princesas, marquesas, fiestas paganas, versallescas, maestros
mágicos, liróforos celestes, un mundo maravilloso, envolvente y
cosmopolita, lleno de mitología, héroes aztecas o medievales,
palacios o salones lujosos, que muestran su sensualidad, su juventud, su ansia de vida, su concepción panteísta de la naturaleza, un diletantismo elegante, que les permitía apartarse del
realismo positivista que predominaba a finales del XIX. Todo ello resume la eterna protesta del artista contra el hombre práctico y romo, del soñador contra la tiranía de la riqueza servil.
Bien es verdad que nuestro modernismo peninsular fue menos brillante que el de Rubén: nos dejaron "las rosas fragantes, los jardines y el piano amoroso a la luz de la luna" de J.R.Jiménez; el ocaso machadiano ("Hacia un ocaso radiante/caminaba el sol de estío, y era, entre nubes de fuego, una trompeta gigante,/tras de los álamos verdes de las márgenes del río" de Soledades),sus "colinas plateadas y los grises alcores" de Soria, en los Campos de Castilla; la gracia, el donaire y la fivolidad de su hermano Machado, aunque unidas a sus seguiriyas gitanas, a sus malagueñas, que revierten al mundo andaluz.
Bien es verdad que nuestro modernismo peninsular fue menos brillante que el de Rubén: nos dejaron "las rosas fragantes, los jardines y el piano amoroso a la luz de la luna" de J.R.Jiménez; el ocaso machadiano ("Hacia un ocaso radiante/caminaba el sol de estío, y era, entre nubes de fuego, una trompeta gigante,/tras de los álamos verdes de las márgenes del río" de Soledades),sus "colinas plateadas y los grises alcores" de Soria, en los Campos de Castilla; la gracia, el donaire y la fivolidad de su hermano Machado, aunque unidas a sus seguiriyas gitanas, a sus malagueñas, que revierten al mundo andaluz.
Y hubo
también un Modernismo en poetas que quedan hoy en segunda fila, un
Villaespesa (El alto de los bohemios, Nocturnos del Generalife, que señalan su veta orientalista) o un Eduardo Marquina, el mismo Alejandro Sawa, personaje
que flota entre la realidad y la ficción literaria que ya conocemos,
fue insigne representante del mejor Modernismo bohemio, con su dosis
de idealismo y malditismo (grandeza y miseria) a partes iguales.
El Modernismo, brillante, cosmopolita y exitoso durante las dos
primeras décadas del siglo, comenzó a dar señales de agotamiento
por los mismos años en que en Europa también la poesía, tomaba
otros derroteros a los marcados por Rubén Darío.
Un famoso verso del poeta mejicano Ernesto González Martínez ("Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje") anunciaba el cansancio que ya en 1911 el movimiento provocaba en América y constituye el banderazo de salida que, hacia 1920, cristalizará en la aparición de nuevas corrientes y una nueva pluralidad de voces poéticas.
Suele considerarse 1916, con la muerte de R.Darío el final del movimiento. En este mismo año publica también J. R. Jiménez su libro Diario de un Poeta reciencasado, que marcará para él y para la poesía española un cambio de rumbo ("del cisne al búho")
Un famoso verso del poeta mejicano Ernesto González Martínez ("Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje") anunciaba el cansancio que ya en 1911 el movimiento provocaba en América y constituye el banderazo de salida que, hacia 1920, cristalizará en la aparición de nuevas corrientes y una nueva pluralidad de voces poéticas.
Suele considerarse 1916, con la muerte de R.Darío el final del movimiento. En este mismo año publica también J. R. Jiménez su libro Diario de un Poeta reciencasado, que marcará para él y para la poesía española un cambio de rumbo ("del cisne al búho")
ANTONIO
MACHADO RUIZ (SEVILLA,1875 / 22 Febrero
COLLIURE, 1939)
A. Machado nació en el palacio de las Dueñas, perteneciente a la
casa de Alba, pero que estaba alquilado a distintas familias, el
palacio tenía un patio y un limonero, su padre trabajaba y leía
poemas en el despacho que daba al patio, este será un recuerdo
amoroso que acompañará siempre a Machado, de otra casa sevillana
recuerda el olor de la albahaca de las macetas de su madre. Recuerdo
triste el de su primera escuela: Recuerdo
Infantil (http://sevilla.abc.es/Media/201109/24/palacioduenas4--644x362.jpg)
|
Su abuelo paterno Antonio Machado Núñez,
era catedrático de Ciencias Naturales en la universidad sevillana
(había estudiado en París y fue uno de los primeros que explicó la
teoría de Darwin en España y editó algún
libro: Catálogo metódico y razonado de
los mamíferos de Andalucía). Krausista
y gran amigo de Giner de los Ríos y de Fernando de Castro, juntos
fundarían la Revista de Filosofía,
Literatura y Ciencias. Antonio Machado
Álvarez, su padre, fue folklorista
(también lo había sido su tío, el erudito Agustín Durán),
trabajó con dedicación para reunir el tesoro de las poesías,
romances y canciones populares, sus dos hijos heredarían ese gusto,
Manuel diría:
Hasta que el pueblo las canta,
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor. (Copla)
En 1883 la familia marchó toda a Madrid, y
allí los hermanos asistieron a la Institución Libre de Enseñanza
(ILE), cuyo fundador, Giner de los Ríos, era compañero de afanes e
intereses por la educación española, tanto como
el abuelo. La ILE (entonces en la calle
Infantas, 22) representaría para Machado, su amor al trabajo,
su conciencia social, la fe en la educación y en la liberalidad de
las ideas. Actividad complementaria de los
estudios son las numerosas excursiones que hacen los alumnos con sus
profesores a pueblos y ciudades cercanas, a la sierra del Guadarrama,
así como a los museos, fábricas, centros científicos, a
al Observatorio astronómico.
al Observatorio astronómico.
La muerte del padre en 1893, y la del abuelo en
1895, hicieron peligrar sus estudios. Los dos hermanos buscando un
sustento para la familia realizan pequeños trabajos, colaboran en un
Diccionario de ideas afines y elementos
de tecnología, que dirige Eduardo
Benot, al que dedicará luego Machado “Fantasía de una noche de
Abril”–poema de Soledades, Antonio
y Manuel siempre unidos leen y colaboran en la revista
Vida Nueva, que saluda con Bienvenidas
en 1898 a R. Darío cuando llega a España, pero como de la Poesía
no se vive, viajarán
a Paris para trabajar haciendo traducciones en la casa editora
Garnier (que traducía clásicos), allí andarían con Baroja y
conocieron a al poeta americano Òscar Wilde, regresan en 1899 y en
Madrid reanuda sus tertulias literarias con , Valle-Inclán,
Villaespesa, Benavente, Alejandro Sawa, Maeztu…todos ellos en la
vanguardia de las letras y en lo que su hermano llamaría La
guerra Literaria (libro publicado
1913)y que es una defensa del Modernismo y colaboraban en las
revistas Electra y Revista Ibérica
fundadas por Villaespesa, más tarde en la revista Helios.
Los hermanos Machado vuelven a Paris en 1902, trabajará en el Consulado, puesto que le ha proporcionado Ricardo Calvo (actor) amigo de los Machado, allí conoce a Rubén Darío (la poesía de Antonio es la de un filósofo estoico, dirá Rubén , sabe decir sus enseñanzas en frases hondas; su paradoja y su saeta siempre suavizadas de indulgencia).
Al volver a Madrid, de nuevo con sus amigos,
conoce a Juan Ramón que está en el Sanatorio del Rosal, allí van a
visitarlo: mientras Villaespesa defiende la lectura del Zaratustra de
Nietzsche frente al Kempis, que entonces lee J.Ramón y le dice que
salga con ellos a “beber Falerno y Chipre y a perseguir a las
ninfas”, Antonio que observa el gesto crispado de dolor de J.Ramón
mueve la cabeza con reprobación- Frente a la exquisita tristeza de
J.Ramón la efusiva vulgaridad de Villaespesa, Juan Ramón les lee
sus poemas y les firma ejemplares de su libro Arias
Tristes. Uno de los Poemas de
Soledades, Nocturno,
está dedicado a J.Ramón, y este le dedicará un elogioso y certero
comentario crítico al libro de Antonio cuando aparece en 1902, en El
País. Entre ambos Poetas habrá
siempre una profunda admiración y amistad (salvando distancias,
recuérdese la anécdota del diario de Juan Guerrero –secretario de
J.Ramón cuando un día visitan la casa de los Machado)
Los años 1904-5 significan para Antonio el fin de
la dorada bohemia, en esos años publica Baroja La
Lucha por la Vida; Azorín Las
confesiones de un pequeño Filósofo, y
Los Pueblos;
Juan R. Jiménez Jardines Lejanos;
Valle-Inclán Flor de Santidad;
Unamuno Vida de D: Quijote y Sancho
y R.Darío Cantos de Vida y Esperanza;
en la librería de Viejo que tiene el
editor Gregorio Pueyo, el editor del Modernismo, en la calle de
Mesoneros Romanos, no falta nunca algún escritor charlando con él,
proyectando nuevas ediciones. Machado proyecta editar su segunda
edición o nuevo libro, de Soledades,
Galerías y otros Poemas.
En 1907
se presenta a una cátedra de Francés, aprueba y se marcha al
Instituto de Soria, allí se alojó en la Pensión de D. Isidro
Martínez en la calle Collado, otros huéspedes eran un médico, otro
catedrático y un delineante, hará amistad y dará largos paseos
con el abad de la colegiata (arqueólogo e historiador) D.Santiago
Gómez y con el periodista, José Mª Palacio.
Se enamoró de una hija de los dueños de la Pensión, Leonor, diecinueve años menor que él, la boda se celebró el 3 de Julio de 1909 “si la felicidad es algo posible y real-lo que a veces pienso- yo la identificaría mentalmente con los años de mi vida en Soria y con el amor de mi mujer, cuyo recuerdo constituye el fondo más sólido de mi espíritu” dirá más tarde desde Segovia.
Se enamoró de una hija de los dueños de la Pensión, Leonor, diecinueve años menor que él, la boda se celebró el 3 de Julio de 1909 “si la felicidad es algo posible y real-lo que a veces pienso- yo la identificaría mentalmente con los años de mi vida en Soria y con el amor de mi mujer, cuyo recuerdo constituye el fondo más sólido de mi espíritu” dirá más tarde desde Segovia.
En estos años de estancia en Soria es cuando se
hace más honda su preocupación por
España, que va a reflejarse desde
entonces en su poesía y prosa (sobre todo en sus cartas a Unamuno
desde Baeza), manifiesta un patriotismo diferente, que no mira al
pasado ni a las viejas glorias, ya desvanecidas, sino que mira al
presente y al porvenir.
“En una nación pobre e ignorante mi patriotismo
me impide adular a mis compatriotas, donde la mayoría de los hombres
no tienen otra actividad que la necesaria para ganar el pan, o alguna
más para conspirar contra el pan de su prójimo; en una nación casi
analfabeta, donde la ciencia , la filosofía y el arte se desdeñan
por superfluos, cuando no se persiguen por corruptores; en un pueblo
sin ansias de renovarse ni respeto a la tradición de sus mayores; en
esta España, tan querida y tan desdichada, que frunce el ceño o
vuelve la espalda desdeñosa a los frutos de la cultura, decidme: el
hombre que eleva su frente y su corazón a un ideal cualquiera, ¿no
es un Hércules de alientos gigantescos cuyos hombros de atlante
podrían sustentar montañas?” (Discurso de apertura en el
Instituto, 1910). En sus paseos y excursiones conoce La Laguna Negra
y sus leyendas y va elaborando el famoso
romance de La Tierra de
Alvargonzález.
Ese mismo año, 1910, viaja a París con Leonor,
acude allí a un curso del filósofo H.Bergson, mientras trabaja en
el poema de la tierra de Alvargonzález, que dedicará a Juan R-
Jiménez; pero Leonor enferma y parece que es grave, los médicos
aconsejan volver a Soria, al aire puro, Machado tendrá que recurrir
a un préstamo de Rubén Darío para regresar a casa, se preocupará
intensamente de Leonor y va escribiendo Campos
de Castilla. En 1912 la enfermedad
de Leonor se agrava, el 4 de Mayo escribirá el famoso poema “A un
Olmo seco”:
Mi
corazón espera
También,
hacia la luz y hacia la vida,
Otro
milagro de la primavera.
Pero el milagro no se produce y Leonor empeora
cada día, en Junio llegan a Soria los primeros ejemplares de Campos
de Castilla (edt. Renacimiento), recibe
elogiosas críticas de Unamuno, Ortega, Azorín, José Mª Palacio,
pero no le deslumbra, sigue pendiente de Leonor, que muere el 1 de
agosto de 1912:
Una noche de verano
—estaba abierto el balcón
y la puerta de mi casa—
la muerte en mi casa entró.
Se fue acercando a su lecho
—ni siquiera me miró—,
con unos dedos muy finos,
algo muy tenue rompió.
Silenciosa y sin mirarme,
la muerte otra vez pasó
delante de mí. ¿Qué has hecho?
La muerte no respondió.
Mi niña quedó tranquila,
dolido mi corazón,
¡Ay, lo que la muerte ha roto
era un hilo entre los dos ¡
Grita de dolor en
cuatro versos desolados:
Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería.
Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar.
Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía.
Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar.
Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar.
Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía.
Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar.
En
cartas a Juan Ramón y a Unamuno habla de su desesperación, pide
traslado y se marcha a Baeza, desde
allí recordará, volverá a despedirse de Soria:
Oh Soria, cuando miro los frescos naranjales
cargados de perfume, y el campo enverdecido,
abiertos los jazmines, maduros los trigales,
azules las montañas y el olivar florido;
Guadalquivir corriendo al mar entre vergeles;
y al sol de abril los huertos colmados de azucenas,
y los enjambres de oro, para libar sus mieles
dispersos en los campos, huir de sus colmenas;
yo sé la encina roja crujiendo en tus hogares,
barriendo el cierzo helado tu campo empedernido;
y en sierras agrias sueño ¡Urbión, sobre pinares!
¡Moncayo blanco, al cielo aragonés, erguido!
Y pienso: Primavera, como un escalofrío
irá a cruzar el alto solar del romancero,
ya verdearán de chopos las márgenes del río.
¿Dará sus verdes hojas el olmo aquel del Duero?
Tendrán los campanarios de Soria sus cigüeñas,
y la roqueda parda más de un zarzal en flor;
ya los rebaños blancos, por entre grises peñas,
hacia los altos prados conducirá el pastor.
¡Oh, en el azul, vosotras, viajeras golondrinas
que vais al joven Duero, rebaños de merinos,
con rumbo hacia las altas praderas numantinas,
por las cañadas hondas y al sol de los caminos
hayedos y pinares que cruza el ágil ciervo,
montañas, serrijones, lomazos, parameras,
en donde reina el águila, por donde busca el cuervo
su infecto expoliario; menudas sementeras
cual sayos cenicientos, casetas y majadas
entre desnuda roca, arroyos y hontanares
donde a la tarde beben las yuntas fatigadas,
dispersos huertecillos, humildes abejares!...
¡Adiós, tierra de Soria; adiós el alto llano
cercado de colinas y crestas militares,
alcores y roquedas del yermo castellano,
fantasmas de robledos y sombras de encinares!
En la desesperanza y en la melancolía
de tu recuerdo, Soria, mi corazón se abreva.
Tierra de alma, toda, hacia la tierra mía,
por los floridos valles, mi corazón te lleva.
cargados de perfume, y el campo enverdecido,
abiertos los jazmines, maduros los trigales,
azules las montañas y el olivar florido;
Guadalquivir corriendo al mar entre vergeles;
y al sol de abril los huertos colmados de azucenas,
y los enjambres de oro, para libar sus mieles
dispersos en los campos, huir de sus colmenas;
yo sé la encina roja crujiendo en tus hogares,
barriendo el cierzo helado tu campo empedernido;
y en sierras agrias sueño ¡Urbión, sobre pinares!
¡Moncayo blanco, al cielo aragonés, erguido!
Y pienso: Primavera, como un escalofrío
irá a cruzar el alto solar del romancero,
ya verdearán de chopos las márgenes del río.
¿Dará sus verdes hojas el olmo aquel del Duero?
Tendrán los campanarios de Soria sus cigüeñas,
y la roqueda parda más de un zarzal en flor;
ya los rebaños blancos, por entre grises peñas,
hacia los altos prados conducirá el pastor.
¡Oh, en el azul, vosotras, viajeras golondrinas
que vais al joven Duero, rebaños de merinos,
con rumbo hacia las altas praderas numantinas,
por las cañadas hondas y al sol de los caminos
hayedos y pinares que cruza el ágil ciervo,
montañas, serrijones, lomazos, parameras,
en donde reina el águila, por donde busca el cuervo
su infecto expoliario; menudas sementeras
cual sayos cenicientos, casetas y majadas
entre desnuda roca, arroyos y hontanares
donde a la tarde beben las yuntas fatigadas,
dispersos huertecillos, humildes abejares!...
¡Adiós, tierra de Soria; adiós el alto llano
cercado de colinas y crestas militares,
alcores y roquedas del yermo castellano,
fantasmas de robledos y sombras de encinares!
En la desesperanza y en la melancolía
de tu recuerdo, Soria, mi corazón se abreva.
Tierra de alma, toda, hacia la tierra mía,
por los floridos valles, mi corazón te lleva.
Pero
Machado no gusta de la ciudad, ni de sus gentes, ni de su pobreza
espiritual, ni de su barbarie. En una carta a Unamuno le dirá: "aquí
no se puede hacer nada, esta gente tienen el alma absolutamente
impermeable”, pasa siete tristes años, dedicado al recuerdo de
Leonor, a dar grandes paseos de Baeza a Úbeda, a leer, a meditar, a
estudiar Filosofía.
De ahí arrancará su libro en Prosa Los
complementarios, que atribuye al poeta
y filósofo apócrifo Abel Martín. Todo es monotonía en aquel
poblachón, un día hay un pequeño alto en el camino, 8 de junio de
1916, unos estudiantes de Granada visitan Baeza, se organiza una
velada en el Casino, Machado lee poemas suyos y al piano acompaña un
estudiante, F.García Lorca, que se atreve a decirle a D. Antonio,
que a él le gusta la música y la Poesía-
Será en 1919 cuando pueda trasladarse a Segovia,
ciudad donde vuelve a dar clases, vuelve a conocer el amor, con Pilar
de Valderrama, musa que conoce en la tertulia literaria a la que
acude, y que aparecerá en sus versos bajo el seudónimo de Guiomar.
Por ti la mar ensaya olas y espumas,
y el iris, sobre el monte, otros colores,
y el faisán de la aurora canto y plumas,
y el búho de Minerva ojos mayores.
Por ti, ¡oh Guiomar!...
Allí escribe más páginas de crítica (su amor
por la novela rusa, Tolstoi, Dostoievsky…) ensayo, artículos de
periódico, que de versos. Sigue escribiendo a Unamuno, a Juan Ramón,
le envía Gerardo Diego su primer libro “El Romancero de la novia”.
En 1924 publica él su otro libro Nuevas
Canciones, hace con su hermano Manuel
adaptaciones para el teatro, del
Condenado por desconfiado
de Tirso, el Hernani
de V. Hugo y obras propias Juanillo
Valcárcel y La Lola se va a los puertos, brindándosela
a Guiomar.
Aquí en
Segovia recibe la llegada de la República, y no duda en ser el
primero en salir al Ayuntamiento a ondear su bandera (el 14 de
Febrero, había presentado la conferencia de Ortega, Marañón y
Pérez de Ayala para el mitin de la Asociación al Servicio de la
República). En 1932 pasa a ocupar una cátedra en el Instituto
Calderón de la Barca de Madrid, sigue con Manuel presentando obras
teatrales, sigue viendo a Guiomar; a la tertulia de los hermanos
Machado en el café Varela, acuden otros poetas, le va a ver Unamuno
(allí le conoció Alberti).
En 1935 se adhiere al Comité Internacional de
escritores para la defensa de la Cultura. En 1936 aparecen Sus
Poesías Completas
y su libro de Juan de Mairena,
profesor apócrifo. Escribe para los periódicos.
Mueren en ese año Valle-Inclán, Villaespesa, para ambos escribe artículos elogiosos, escribe “El crimen fue en Granada” a la muerte de Lorca. En nombre de la Alianza de intelectuales, es visitado por Alberti y León Felipe, para comunicarle la invitación del Gobierno republicano para que abandone la capital y se vaya a Valencia. Desde el pueblecito de Rocafort seguirá, muy decaído, escribiendo artículos por la paz y a favor de la República y el entendimiento del pueblo español.
Mueren en ese año Valle-Inclán, Villaespesa, para ambos escribe artículos elogiosos, escribe “El crimen fue en Granada” a la muerte de Lorca. En nombre de la Alianza de intelectuales, es visitado por Alberti y León Felipe, para comunicarle la invitación del Gobierno republicano para que abandone la capital y se vaya a Valencia. Desde el pueblecito de Rocafort seguirá, muy decaído, escribiendo artículos por la paz y a favor de la República y el entendimiento del pueblo español.
En el II Congreso Internacional de escritores y en un mitin a las juventudes socialistas, confiesa su escasa simpatía por la doctrina marxista aunque declara la necesidad y la justicia del Socialismo: “Tal vez porque soy demasiado romántico, por el influjo, acaso, de una educación demasiado idealista, me falta simpatía por la idea central del marxismo: me resisto a creer que el factor económico, cuya enorme importancia no desconozco, sea el más esencial de la vida humana y el gran motor de la historia”
En Abril de 1938, la familia Machado decide
trasladarse a Barcelona, decaído físicamente, pero no mentalmente,
escribe un lúcido prólogo a La Corte de los Milagros de Valle-I.
Escribe, lee a los clásicos, El Quijote, Tolstoi.
El 22 de Enero de 1939 varios coches de la dirección de Sanidad, en uno de los cuales iba la Familia Machado(él, su madre, su hermano José, el pintor, y su cuñada) salen por la frontera, alojados en una Masía (con Corpus Vargas entre otros), reanudaron su lenta marcha hacia la frontera, el día 28 se formó un tapón y a eso de media noche hubo que abandonar los coches para pasar la frontera a pie, el poeta sufría, viendo a su madre anciana bajo la lluvia. En la estación de Cerbère pasaron la primera noche en Francia en un vagón detenido en una vía muerta. Machado no quiso ir a París, desde donde se le ofrecía ayuda para él y su familia, prefirió el pueblo de Colliure, junto al mar, se alojaron en el Hotel Bougnol-Quintana.
Allí el 22 de Febrero moriría Antonio Machado y su madre tres días más tarde. En el bolsillo de su chaqueta, se encontró escrito un último verso: “Estos días azules y este sol de la infancia”.
El 22 de Enero de 1939 varios coches de la dirección de Sanidad, en uno de los cuales iba la Familia Machado(él, su madre, su hermano José, el pintor, y su cuñada) salen por la frontera, alojados en una Masía (con Corpus Vargas entre otros), reanudaron su lenta marcha hacia la frontera, el día 28 se formó un tapón y a eso de media noche hubo que abandonar los coches para pasar la frontera a pie, el poeta sufría, viendo a su madre anciana bajo la lluvia. En la estación de Cerbère pasaron la primera noche en Francia en un vagón detenido en una vía muerta. Machado no quiso ir a París, desde donde se le ofrecía ayuda para él y su familia, prefirió el pueblo de Colliure, junto al mar, se alojaron en el Hotel Bougnol-Quintana.
Allí el 22 de Febrero moriría Antonio Machado y su madre tres días más tarde. En el bolsillo de su chaqueta, se encontró escrito un último verso: “Estos días azules y este sol de la infancia”.
El Libro de Soledades,
retrata la indagación en sus galerías del alma, indaga en el
recuerdo y en los sueños, que aparecen como figurillas de un
retablo, o como figuras sobre un lienzo. Evoca el limonero de su
infancia, la noria los cantos de los niños, que siempre llevan la
melancolía a cuestas. El retablo, el lienzo de los sueños, el
espejo y las galerías, la hora de la tarde, serán los símbolos que
aparecen en estos poemas.
En el Libro Campos de
Castilla, Machado abre el libro con su
Autorretrato, donde se define como persona, su lado amoroso, político
y estético, adivinando premonitoriamente su ejemplar final:
Me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,
Casi desnudo, como los hijos de la mar.
como ya hemos dicho se enfrenta a las tierras de
Soria, adustas, sobrias, sencillas, que despiertan también su
paisaje espiritual. Sin embrago conoce sus defectos, la España
profunda y cainita que ya adelantaba en el “Recuerdo infantil” de
Soledades y
muestra de ello es el romance de Alvargonzález
La
Intrahistoria unamuniana, está desvelada en los poemas machadianos,
en el gran poema Tierras de Soria o a Orillas del Duero.
En muchos de los poemas aparecerá LA TARDE, a la
que matizarán los adjetivos (tarde clara casi de primavera; tarde
lenta del lento verano; tarde triste y polvorienta; triste tarde),
momento predilecto en la poesía machadiana, como símbolo del ocaso
de la vida, de la monotonía y la repetición, del encuentro de
Machado consigo mismo. Y en muchos irá Machado conversando consigo
mismo (Converso con el hombre que
siempre va conmigo), con la fuente, con
la tarde, con la sombra.
Entendía
Machado La POESÍA como el diálogo de un hombre con su tiempo; como
la palabra en el tiempo. Definía la rima como el recuerdo de un
sonido que ya apareció. Y Ya sabemos como desearía dejar su verso,
pues nos lo confiesa en las estrofas de su AUTORRETARTO.
De los otros libros, Canciones
y proverbios, nos quedaríamos con su
gracia en las sentencias, gracia que siempre desplegaría su hermano
Manuel y que él reserva para estos aforismos y cantares o para las
anécdotas de su profesor apócrifo Juan de Mairena.
Machado
pasará a la historia de la Poesía española como maestro de poetas
del siglo XX, modelo y seguimiento que propagarán intensamente los
poetas de la Generación del 50 en la Posguerra, y los Cantautores de
los años 70.
Ver poemas en: Textos de Rubén, Machado, J.RJiménez
Como el año pasado en Junio (PAU Junio de 2014 ), a propósito de un texto en prosa de Rosa Montero, se decía que Unamuno era un poeta de la Generación del 98 y que se hablara de él y de esa Generación, y dado que en el libro de texto apenas hay dos líneas de la POESIA de Unamuno, os añadiré algo por mi cuenta.
Su obra poética constituye, como gran parte de su obra en prosa (artículos, ensayos o novelas), una biografía de su espíritu, con sus anhelos y sus desgarros (temas como la inmortalidad, el hambre de Dios, la angustia de vivir...). Por tanto una poesía marcada en el más puro estilo noventaiochista, lejos del preciosismo modernista (¡ojo con lo que pone el libro de texto!)
Es lo que podríamos ver si leyéramos Poesías (de 1907), Rosario de Sonetos líricos (1911), El Cristo de Velázquez (Poema de más de dos mil endecasílabos blancos,1920), Romancero del Destierro (1928) o el Cancionero Póstumo.
Por un lado, tenemos su énfasis en los poemas exclamativos, sentidos, como algunos versos del Cristo de Velázquez o los del Cancionero; Por otro tenemos un verso, que alejándose de la estética modernista quiere más parecerse a la nueva tendencia de verso extendido, sobrio, casi prosaico, que recoge tan solo los devaneos de su pensamiento.
Si alguien quiere ampliar más sobre este punto, puede hacerlo acercándose a esta página: http://jaserrano.nom.es/unamuno/poes.htm
Ver poemas en: Textos de Rubén, Machado, J.RJiménez
Como el año pasado en Junio (PAU Junio de 2014 ), a propósito de un texto en prosa de Rosa Montero, se decía que Unamuno era un poeta de la Generación del 98 y que se hablara de él y de esa Generación, y dado que en el libro de texto apenas hay dos líneas de la POESIA de Unamuno, os añadiré algo por mi cuenta.
Su obra poética constituye, como gran parte de su obra en prosa (artículos, ensayos o novelas), una biografía de su espíritu, con sus anhelos y sus desgarros (temas como la inmortalidad, el hambre de Dios, la angustia de vivir...). Por tanto una poesía marcada en el más puro estilo noventaiochista, lejos del preciosismo modernista (¡ojo con lo que pone el libro de texto!)
Es lo que podríamos ver si leyéramos Poesías (de 1907), Rosario de Sonetos líricos (1911), El Cristo de Velázquez (Poema de más de dos mil endecasílabos blancos,1920), Romancero del Destierro (1928) o el Cancionero Póstumo.
Por un lado, tenemos su énfasis en los poemas exclamativos, sentidos, como algunos versos del Cristo de Velázquez o los del Cancionero; Por otro tenemos un verso, que alejándose de la estética modernista quiere más parecerse a la nueva tendencia de verso extendido, sobrio, casi prosaico, que recoge tan solo los devaneos de su pensamiento.
Si alguien quiere ampliar más sobre este punto, puede hacerlo acercándose a esta página: http://jaserrano.nom.es/unamuno/poes.htm
JUAN
RAMÓN JIMÉNEZ (Moguer 1881-P.Rico 1958)
Juan Ramón nace un 23 de Diciembre, jugando con
esta fecha, cuando escribe sobre él dice “Cuando yo era el
niñodiós, era Moguer, este pueblo,/una blanca maravilla; la luz
con el tiempo dentro/Cada casa era palacio y catedral cada
templo;/estaba todo en su sitio, lo de la tierra y el cielo” ,
poema recogido en Ríos que se van
(1953)
Vivió Juan Ramón en Moguer su infancia, y caminaba por la calle con Juana la demandadera, extasiándose en la luz al irisarse en las ventanas, en el olor de las flores, en lamañana dorada, en el sonido de las campanas. Toda ese deslumbramiento está recogido en sus libros Elejías y Platero y Yo (1906) Marcha luego a Sevilla a estudiar Derecho, que no concluirá. En 1900 es llamado por R.Darío y Villaespesa a Madrid, para”luchar por el Modernismo”. Muy lejos de la evasión, la poesía de fin de siglo esgrime la belleza como un acto de rebeldía, contra la excesiva confianza del positivismo en la razón, y a ello se suma Juan Ramón.
La raíz de la que surge la Poesía Juanramoniana no cambia, pero sí evoluciona. Siempre autocrítico, sabe de la inautenticidad expresiva en sus primeros libros :. Ninfeas y Almas de violeta. Una estancia en Francia y la lectura de Verlaine le llevan a Bécquer, de lo que estarán llenos sus siguientes libros: Rimas, Arias tristes y Jardines Lejanos, la búsqueda de la palabra que le franquee la entrada a lo desconocido que hay dentro (el yo más íntimo) y fuera (el misterio ontológico del universo) de uno mismo. La muerte es la compañera obsesiva en estos poemas, el sentimiento de tristeza, recuerdos –algo indefinido y vago- sentimientos, sensaciones al contemplar la naturaleza.
Pero en 1904 regresa a Moguer, ha formado grupo en
Madrid (Villaespesa, Darío, los Machado), desde el sanatorio del
Rosario, pero desaparece la revista Helios
y escribe a la edit. Renacimiento
diciendo que el grupo se dispersa, se retira a Moguer, “el pueblo
es intuición y va a olvidar y a aprender en el olvido”, entre
1905-12 toda su escritura está marcada por el ensayo de nuevas
posibilidades para su escritura: Pastorales, Baladas, Elejías,
diálogos con la Naturaleza hasta llegar a Platero y Yo (1912), el
mundo interior aspira a lo eterno e inmutable, mientras que el mundo
exterior, definido en la mutabilidad y el cambio, contradice dicha
aspiración.
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincon de aquel mi huerto florido y encalado,
mi espiritu errará, nostalgico.
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.
AVIDEZ DE ETERNIDAD( 1914-1923), la visión
sicologicista de la primera poesía juanramoniana, cede el paso a la
nueva dimensión ética y metafísica, necesita reinventar “el
nombre exacto de las cosas”, que le haga visible la verdadera y
profunda dimensión de las cosas, la poesía se convierte en tarea
descifradora de dicha dimensión, una Poesía en la que la exigencia
de desnudez se hace extensiva a todos los niveles (fónico, rítmico,
léxico, temático) , se esfuerza por dejar fuera del poema todo
aquello que pertenece al ámbito de lo circunstancial, libre de toda
contextualización:
¡Inteligencia, dame
¡Inteligencia, dame
el nombre exacto de las cosas!
… Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente. 5
Que por mí vayan todos
los que no las conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas;
que por mí vayan todos 10
los mismos que las aman, a las cosas…
¡Inteligencia, dame
el nombre exacto, y tuyo,
y suyo, y mío, de las cosas! ( de
Eternidades)
La poesía de Juan Ramón Jiménez adoptó un tono más intelectual, conceptista y abstracto. En realidad, no puede decirse que dejara de ser modernista (toda su vida creyó serlo) o que abandonara el simbolismo, que era su principal fuente de inspiración poética y, en sentido profundo, la raíz de su visión del mundo.
La madurez llega con el libro de DIARIO DE UN POETA RECIÉNCASADO (1916), donde no contento con romper moldes poéticos y estructuras métricas, mezcla verso y prosa. Prosa que tienen tanto contenido lírico como la mejor poesía. (ver los textos analizados de “Las iglesias, Primavera en N:York y La negra y la Rosa”).
Su
diálogo con el mar, sigue siendo la tarea por encontrar a través de
los nombres la verdadera realidad:
Te tenía olvidado,
cielo, y no eras
más que un vago existir de luz,
visto -sin nombre-
por mis cansados ojos
indolentes.
Y aparecías, entre las palabras
perezosas y desesperanzadas del
viajero,
como en breves lagunas repetidas
de un paisaje de agua visto en
sueños...
Hoy te he mirado lentamente,
y te has ido elevando hasta tu
nombre
El
Diario no es el resultado de un autoanálisis, sino de una
contemplación
La tarea del poeta es la aquilatación y mejoramiento de las visiones ofrecidas por los saberes convencionales: “acabar el saber”. Lo propio de la poesía es revelar los misterios últimos del hombre y del mundo, que, por su naturaleza espiritual, se consideran fuera del alcance de la razón convencional. Son suprarracionales (la Razón Infinita de los filósofos idealistas del XIX) y sólo por medios que vayan más allá de los racionales pueden ser captados por la conciencia. Ese es el papel de la poesía.
El poeta tiene un papel especial en el mundo, porque es un individuo dotado de una especial sensibilidad (hay, incluso, un fondo darwinista en esta línea de pensamiento poético) que le permite ponerse en contacto con ese espíritu universal. Aquí se ve también cómo Juan Ramón Jiménez continúa una tradición modernista, simbolista y romántica (recordemos el verso de Rubén Darío: “¡Torres de Dios, poetas!), cuya última raíz en nuestra cultura está en Platón y su consideración de los poetas como mediums de los dioses.
Los libros finales de J.Ramón Belleza,
La Estación total, Animal de fondo, En el Otro costado y Dios
deseado y Deseante siguen “su obra en
marcha” , los materiales irracionalistas –el sueño,, la
fantasía, lo instintivo- de la primera poética siguen teniendo
validez en la estética presente, no puede hablarse de
intelectualización del poema, , sino que lejos por igual del
racionalismo y del irracionalismo, se afirma el valor del arte como
iluminación que da cuenta de la vida inconsciente, que incorpora los
materiales del mundo interior en unos “entramados de sentido” que
se configuran como conciencia. La poesía
puede definirse como “un venir a ser yo cada día, una nueva visión
y una nueva expresión de mí mismo y del mundo que yo veo. En la
estación total dirá: “vivir es fundir
una conciencia inmortal, para así
burlar a la muerte, en tanto que morir
es solo abandonar la forma del hombre, metamorfosear la conciencia,
para fundirse con la consciencia absoluta del cosmos.
El papel de Juan Ramón J. en la literatura es
haber sido el primero en liberar al verso de las ataduras
tradicionales, fundir verso y prosa. Haber cultivado la belleza en el
adjetivo y en el sustantivo que esencializa las cosas. Haber
conjugado el Romance lírico (Machado lo había hecho con el épico y
Lorca lo hará con el Romance dramático, según Alberti) con la más
novedosa y difícil poesía nueva.
Él dirigirá la Residencia de Estudiantes (que
había fundado A. Jiménez Fraud, allí vivirán los jóvenes del 27,
para los que será su maestro (ya veremos el amor-odio de Cernuda),
allí dirige las revistas Índice, Sí
Boletín Bello español, La revista de la Residencia,
donde los jóvenes poetas van publicando sus obras.
En 1936, antes de que estalle la guerra, marcha voluntario al exilio, vivirá en P. Rico, La Habana, EE:UU, y morirá en P. Rico, en cuya Universidad trabajaba y a la que legan Zenobia y él, gran parte de sus manuscritos y su archivo. Murió en 1958 dos años después de Zenobia, sus restos serían luego trasladados a Moguer.
Hoy en Moguer, hay también un buena fundación, que cuida su obra.
Ver poemas en : Textos de Rubén, Machado , J.R.Jiménez
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