LAS SONATAS DE Valle Inclán:
Sonata de otoño:
La
Sonata de otoño (1902), está localizada en Galicia, es la primera
aparición del personaje de Bradomin, se desarrolla en un pazo al que se dirige
el marqués donde se está muriendo su prima Concha, una mujer con la que tuvo
una relación amorosa anteriormente y de la que ella sigue enamorada. Es un
sentimiento de melancolía porque es un amor pasado. Bradomín comienza citando
una carta de Concha que ya hace mucho tiempo ha perdido, la acción comienza al
recibir la carta, pero en su transcurso se evocan, en pasados consecutivos, las
etapas de la relación amorosa, y también el futuro, hay que decir que Bradomín suele distanciarse
irónicamente de la realidad, idealizando el pasado, enjuiciando sus propios
actos o modelándose actitudes ideales, de prestigio histórico y literario.
Sonata de estío: La Sonata de estío (1903)
se sitúa en México. Es una historia de amor plena, e implica también la
historia de Eros y Tánatos. En un viaje a México, el Marqués de Bradomín conoce
a la 'niña chole', que tiene una relación sexual con su padre, que es bandolero.
Esto le atrae y tiene una relación con ella a espaldas del padre.
Sonata de
primavera: La
Sonata de primavera (1904)
tiene lugar en Italia. El marqués es una persona orgullosa y se nos
cuenta un intento de seducción que no logra. Es un ambiente lujoso de un
palacio. Tiene que hacer llegar un mensaje del Papa, pero la persona a la que
lo tiene que entregar, monseñor Gaetani, se está muriendo. En el palacio se
encuentra también la princesa Gaetani, que tiene cinco hijas; la primera, Maria
Rosario va a entrar en un convento, y el Marqués que se siente atraído por
ella, intenta conquistarla. Ella lo torna por el diablo y huye de él. Además de
lo divino y lo satánico, también aparecen la muerte y el amor (Eros y Tánatos).
No sólo la muerte de monseñor Gaetani, sino también la muerte de su hermana
pequeña (María Nieves) en brazos de María Rosario
Sonata de
invierno: La
Sonata de invierno (1905). El marqués es herido en una guerra carlista y
se recupera en un convento de Navarra. Valle-Inc1án nos presenta a un
aristócrata católico, elitista, orgulloso y engreído, al que le gusta
escandalizar. Se le identifica con el diablo en su forma de actuar y en sus
expresiones vemos algo de satanismo aún siendo católico. Como todo Don Juan
no se atiene a las normas, sino al deseo, y le gusta que sea difícil. En el
convento le cuida una jovencita a la que él intenta seducir. La madre abadesa
se da cuenta y habla con él. Finalmente se dice que es la hija del marqués y
aun así continúa seduciéndola.
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