UNIDAD V: LA NOVELA ESPAÑOLA DESDE
LA SEGUNDA MITAD
DEL SIGLO XX.
1. LA NOVELA DE POSGUERRA La novela anterior a la transición democrática:
En
http://www.auladeletras.net/material/novela.pdf, puedes encontrar el siguiente
resumen de la narrativa posterior a la Guerra Civil (1936-1939), que te servirá
también para la introducción de Plenilunio. Léelo, esquematiza y memoriza los
datos esenciales:
LA NOVELA POSTERIOR A 1939
La Guerra Civil supuso un profundo
corte en la evolución literaria española debido a una serie de razones:
. La muerte de algunos de los
grandes modelos de la novela española del siglo XX (Unamuno, Valle-Inclán).
. El exilio obligado de otros
autores que habían comenzado a destacar en la década de los treinta: Max Aub,
Francisco Ayala, Ramón J. Sender, etc...
. Las nuevas circunstancias
políticas y la censura impiden que se siga con una tendencia de novela de corte
social que se venía haciendo desde la década de los treinta.
. Esas mismas circunstancias
históricas (miseria, desigualdades, falta de libertades, etc...) hacen que
pierda sentido otra de las tendencias novelísticas anteriores a la Guerra, como
es el caso de la novela deshumanizada y vanguardista.
Como consecuencia de las razones
expuestas, la novela española en la década de los 40 debe, prácticamente,
comenzar de nuevo. En lo referente a la periodización de la novela que se
inicia después del año 1939, la crítica literaria ha señalado cuatro etapas
sucesivas (Posguerra/Existencialismo, Realismo Social, Renovación técnica y la novela escrita
desde 1975) y cinco generaciones de novelistas que se han ido incorporando a lo
largo de estos años:
. Generación del 36.- Autores que
se dan a conocer durante la Guerra Civil o en los años inmediatamente posteriores.
. Generación del 50.- Novelistas
que comienzan a publicar en torno al año 1950.
. Generación del 68.- Autores que
aparecerán en la década de los 60.
. Promoción del 80 y del 90.-
Últimas incorporaciones a la novela española.
Haremos ahora un repaso por cada
una de estas etapas para intentar establecer los rasgos comunes y definitorios
de cada período.
1. LA NOVELA DE POSGUERRA
(1939-1950)
Como ya hemos visto, la novela
española después de la Guerra Civil necesita comenzar de nuevo. De nada vale lo
hecho con anterioridad, ya que la peculiares circunstancias en que se encuentra
el país impiden seguir las tendencias anteriores. Los novelistas de estos
primeros años, por tanto, tendrán que buscar un nuevo camino, y ese hecho
explica que nos encontremos en la década de los 40 con múltiples tendencias
novelísticas:
a. Novela triunfalista, que
defiende las nuevas circunstancias políticas del país. Esta novela defiende los
valores tradicionales (Dios, Patria, Familia) y justifica la Guerra Civil y sus
consecuencias, culpando de las mismas al bando perdedor. Es lo que hace, por
ejemplo, Agustín de Foxá (Autor que hemos encontrado en la lectura de Soldados de Salamina) en Madrid, De corte a checa.
b. Novela psicológica.- Se basa en
el análisis del carácter y del comportamiento de los personajes desde unas
técnicas tradicionales, es decir, realistas. Un autor importante será Ignacio
Agustí con Mariona Rebull.
c. Novela poética.- Sigue la línea
de las novelas líricas de Gabriel Miró, donde lo fundamental no era la historia
narrada, sino el trabajo técnico y formal sobre la palabra.
d. Novela simbólica.- En esta
tendencia nos encontraremos con novelas en las que los personajes funcionan
como símbolos de ideas o conflictos. Sigue la línea, por tanto, de algunas
novelas de Unamuno. Un autor significativo será José Antonio Zunzunegui.
e. Tremendismo.- Esta tendencia es
iniciada por Camilo José Cela con La familia de Pascual Duarte en el año 1942.
Son novelas que nos retratan un mundo y unos personajes dominados por la violencia
y por la miseria.
f. Novela existencial.- Podríamos
decir que se inicia con la novela Nada de Carmen Laforet en 1945, y continuada
en 1948 por Miguel Delibes con La sombra del ciprés es alargada y Gonzalo Torrente
Ballester con Javier Mariño. Estas novelas reflejarán el tema de la angustia existencial,
la tristeza y la frustración de las vidas cotidianas.
g. Junto a las tendencias
anteriores nos encontraremos con autores y obras inclasificables, pero que
obtuvieron mucho éxito en aquellos años: José Mª Gironella y Los cipreses creen
en Dios, o Darío Fernández Flores y Lola, espejo oscuro.
Temáticamente, las novelas de este
período girarán en torno a la amargura de las vidas cotidianas, la soledad, la
inadaptación, la muerte y a frustración. Los personajes se adaptarán a estos
temas, de forma que los protagonistas serán seres marginados socialmente
(Pascual Duarte, en la novela de Cela, es un condenado a muerte), angustiados y
desarraigados (la protagonista de Nada llega a Barcelona para estudiar y allí
se encuentra fuera de su ambiente, insegura y triste). Las causas de esta
amargura vital se encuentran en la sociedad de la España de los años cuarenta,
marcada por la pobreza, la incultura, la violencia, la persecución política, la
falta de libertades... Pero en ninguna de estas novelas encontraremos una
crítica o denuncia directa. Para eso habrá que esperar a los años cincuenta.
TÉCNICAMENTE, estas novelas se
caracterizan por su sencillez y tradicionalismo:
. Narración cronológica lineal.
. Narrador en tercera persona
(mayoritariamente).
. Ausencia de saltos temporales.
2. EL REALISMO SOCIAL (1950-1962)
En la década de los cincuenta la
censura se relaja y ese hecho, permitirá la aparición de novelas en las que la
denuncia de la pobreza, la persecución y la injusticia sean los temas
predominantes. A esta tendencia se le ha llamado novela social y no es
exclusivamente española, sino que durante todo el siglo XX venía existiendo una
serie de obras que habían convertido la denuncia social en la base de sus argumentos.
En los años cincuenta, el francés Jean Paul Sartre define lo que es esta
“Literatura social”.
Veamos lo que dice este autor a
través de algunas frases suyas:
“La literatura no debe reflejar
solo la realidad, sino explicarla e, incluso, transformarla”. Sartre, por
tanto, se aleja del realismo tradicional del siglo XIX que pretendía
exclusivamente reflejar la sociedad, sin opinar sobre ella. Sartre es un autor
muy influido por el pensamiento marxista y por eso opina que el arte debe aspirar
a transformar las cosas. o La literatura es un arma más con la que combatir la
injusticia. “El escritor tiene una función social, y será cómplice de la
opresión si no se alía con los oprimidos”o “No se es escritor por decir
ciertas cosas, sino por decirlas de cierta manera”. Esta última frase es
importante porque Sartre puntualiza el hecho de que hacer una literatura
combativa no quiere decir que se haga una literatura técnicamente pobre. Para
Sartre, el escritor revolucionario lo es también desde el punto de vista
técnico.
La literatura social, como hemos
dicho, no es un fenómeno de los años cincuenta, sino que se venía haciendo por
diferentes caminos desde principios de siglo y en distintos países
occidentales. Repasemos algunas de las tendencias sociales a lo largo del siglo
XX:
a. Surrealismo.- El Surrealismo fue
el movimiento de Vanguardia que acabó con las vanguardias al llenarse de
contenidos humanos, y entre esos contenidos, la preocupación social fue
constante.
b. Bertold Brecht y Piscator habían
llevado su teatro por el camino de la crítica política.
c. La novela de ciencia ficción de
los años treinta había contado con dos autores cuya intención fue la denuncia social,
aunque a través de sociedades futuras. Esos es lo que hace George Orwell en 1984 y
Rebelión en la granja, o Aldous Huxley con Un mundo feliz.
d. El Realismo. Ha sido la fórmula
preferida por los novelistas del siglo XX para enfrentarse a la problemática
social. Hay diferentes tendencias dentro de este realismo:
R. Objetivo.- El novelista se
comporta como un observador de la realidad sin
tomar partido ante ella (es lo que
hace en España Rafael Sánchez Ferlosio con El
Jarama)
R. crítico.- El novelista
no acepta la realidad tal como es y pretende explicarla poniendo de relieve sus
mecanismos profundos y denunciándola. Esta tendencia es la más usada en la
narrativa norteamericana de los autores de la generación perdida (W. Faulkner, F.
Scott Fitzgerald, E. Hemingway) y también en el Realismo social español de los
años cincuenta (Martín Gaite, Caballero Bonald, Ignacio Aldecoa).
R. socialista.- Esta
tendencia pretende reflejar la realidad en su proceso revolucionario (la lucha de
clases), reduciéndola a un enfrentamiento en entre opresores y oprimidos. Estas
novelas pretenden contribuir a la conversión de los trabajadores al espíritu
socialista. Técnicamente es muy pobre.
R. mágico.- Es una
tendencia característica de la literatura latinoamericana (Rulfo, García
Márquez, Carlos Fuentes, etc...), aunque tambiénhay alguna manifestación española
(Ferlosio con Alfanhuí, Álvaro Cunqueiro o Ana Mª Matute). Son novelas en las que la realidad y lo
fantástico y maravilloso aparecen mezclados.
Centrándonos ya en lo que sucede en
la literatura española de la década de los cincuenta, debemos distinguir, en
primer lugar, dos momentos en el Realismo Social, como dice el crítico Gonzalo Sobejano:
a. Precursores de la novela social:
Miguel Delibes, El camino (1950); Luis Romero, La noria (1951); Camilo J. Cela,
La colmena (1951); Miguel Delibes, Mi idolatrado hijo Sisí (1953).
b. Verdadera novela social.- Se
inicia a partir de 1954 con autores como Ignacio Aldecoa. José Manuel Caballero
Bonald, Carmen Martín Gaite, Ana Mª Matute, Juan García Hortelano y Rafael
Sánchez Ferlosio.
1) La dureza de la vida en el campo
(Dos dias de septiembre, Caballero Bonald o Los Santos inocentes, de Miguel
Delibes).
2) El mundo del trabajo urbano
(Central Eléctrica, de Juan García Hortelano).
3) La ciudad (La colmena, de Cela).
4) Las clases trabajadoras (El
Jarama, de Sánchez Ferlosio)
5) La burguesía (Entre visillos,
Carmen Martín Gaite)
6) La Guerra Civil y sus
consecuencias.
Desde el punto de vista técnico, la
mayoría de estas novelas se incluyen dentro de lo que hemos llamado realismo
crítico, aunque es frecuente que encontremos técnicas objetivistas y, en
algunas novelas, planteamientos cercanos al realismo socialista (Los santos
inocentes, por ejemplo). Algunas de las características técnicas son:
- Narración lineal / Secuencial (fragmentada)
- Aparente sencillez.
- Descripciones funcionales.
- Concentración espacial y
temporal.
- Personaje colectivo. - Personaje representativo.
https://www.youtube.com/watch?v=xneghczQaPY
Rafael Sánchez Ferlosio
http://www.rtve.es/alacarta/videos/premios-cervantes-en-el-archivo-de-rtve/entrevista-profundidad-escritor-sanchez-ferlosio-1-programa/740660/Rafael Sánchez Ferlosio
Ana Mª Matute
http://www.rtve.es/alacarta/videos/habla-con/habla-ana-maria-matute-entrevista-inedita/2631104/
Carmen Laforet
http://www.rtve.es/alacarta/videos/imprescindibles/imprescindibles-carmen-laforet-chica-rara/3593312/
Josefina Aldecoa
http://www.rtve.es/alacarta/videos/esta-es-mi-tierra/esta-tierra-fuerza-del-destino-josefina-aldecoa/677540/
A principios de la década de los
sesenta se produce un cambio en la novela española. Las causas de ese cambio
pueden deberse a:
a. Cansancio del Realismo social
dominante porque: simplifica la realidad en “buenos y malos” / tiene
excesivo peso político y carece de riqueza técnica y artística.
b. La publicación en 1962 de Tiempo
de Silencio de Luis Martín Santos demostró que se podía hacer una novela
crítica y, a la vez, técnicamente innovadora.
c. El conocimiento de la nueva
novela hispanoamericana (García Márquez, Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Juan
Rulfo, Julio Cortázar, etc...) en el año 1962 con La ciudad y los perros, de
Vargas Llosa, y en 1967 con Cien años de soledad de García Márquez, que enseña a
los novelistas jóvenes españoles dos importantes lecciones:
. Puede hacerse una novela crítica
y de alta calidad artística.
. La realidad puede tratarse de
manera no exclusivamente realista (lo que se ha
llamado Realismo Mágico).
Como consecuencia de lo anterior,
los novelistas españoles abrirán sus ojos a los autores y tendencias que desde
principios del siglo XX, tanto en España como fuera, habían intentado hacer una
novela que se apartase de la tradición realista que venía del siglo XIX. Algunos
de los más importantes renovadores de la novela en el siglo XX habían sido:
Marcel Proust (En busca del tiempo perdido), James Joyce (Ulises) o Thomas Mann (La montaña mágica), que habían incluido en sus novelas nuevas formas de narrar mediante saltos temporales, estructuras circulares, etc.
Franz Kafka, que usó la imaginación y la fantasía para reflejar un mundo dominado por el malestar existencial (La Metamorfosis)
Franz Kafka, que usó la imaginación y la fantasía para reflejar un mundo dominado por el malestar existencial (La Metamorfosis)
La novela española de los
autores del 98 y del novecentismo, que ya habían reaccionado contra el Realismo
y Naturalismo.
La generación perdida
norteamericana, que nos ofrecen en sus novelas una visión negativa y desengañada de la vida
en EE.UU.
El nouveau roman francés de la
década de los cincuenta, que pretende hacer una novela en la que se rechace la importancia
del argumento, de los personajes o de la intención social.
La novela hispanoamericana del
siglo XX, que había fusionado la realidad y la fantasía.
Lo característico, por tanto, de la
novela española de este período será la introducción de múltiples recursos
técnicos que buscan apartarse de las formas tradicionales. Veamos los más
usados:
- Desaparición de la voz del
autor: la novela se limita a presentar los hechos sin
comentarlos o explicarlos.
- Perspectivismo. Nos ofrecen
distintos puntos de vista sobre una misma realidad.
- Respecto al argumento: Pierde
importancia la historia narrada. Se introducen elementos antirrealistas: fantasía,
irracionalismos, símbolos, alucinaciones, magia... Se introducen elementos
discursivos no narrativos: comentarios, explicaciones, digresiones... y Las
descripciones dejan de ser funcionales (presentar el lugar de la acción y los protagonistas
de la misma) para adquirir funciones simbólicas o metafóricas.
- Respecto a los personajes: Los personajes se presentan y definen por sus comportamientos, no por lo que los
narradores nos dicen de ellos, hay personaje s colectivos, Personajes
representativos y el personaje típico, según Gonzalo Sobejano es “un personaje
en conflicto con su entorno social, familiar o cultural, y también consigo mismo,
deseoso de encontrar su identidad”.
- Respecto a la estructura: Desaparece el capítulo como unidad de estructuración externa. Ausencia de desenlace
(novela abierta). Técnica del contrapunto: varias historias que se van entrelazando. Concentración espacial, y Tratamientos específicos del tiempo: (Concentración temporal – Simultaneísmo - Saltos temporales -Desorden cronológico - Elipsis
temporales).
- Respecto al narrador: 1) No
omnisciencia y 2) Narración en 1ª, 2ª y 3ª persona.
- Disminuye la importancia y la
abundancia del diálogo frente al aumento del uso del Monólogo interior que reproduce el pensamiento de un
personaje en primera persona de forma desordenada.
El monólogo en estilo indirecto
libre: reproduce el pensamiento de un personaje mediante la 3ª persona.
- Se incorporan a la novela
elementos extraños a la narración: informes, anuncios, textos periodísticos,
etc.
- Empleo de artificios
tipográficos.
- Eliminación o alteración de los
signos de puntuación tradicionales.
Los narradores de esta etapa serán Juan Marsé, Juan Benet, Juan y Luis Goytisolo
4. LA NOVELA DESDE 1975
HACIA LOS AÑOS 60 España tras
entrar en la ONU fue reconocida internacionalmente, el mundo estaba
en plena “Guerra Fría” dividido en dos bloques, en Europa
reforzado por el Muro de Berlín (1961). El régimen de Franco
opuesto al comunismo, fue agraciado con la ayuda de EEUU -migajes del
Plan Marschall-, los años 60 fueron de desarrollo industrial y se
inició una recuperación económica, se permitió la llegada de
turistas, que abrieron las mentes y trajeron el comportamiento de
otras formas de vida; trajeron también sus divisas que junto a las
de los emigrantes, reforzaron el auge económico,.
La CENSURA de ideas siguió
actuando, pero a finales de los años sesenta comenzó una fuerte
oposición al régimen, el cine, los libros de autores extranjeros,
sino de forma oficial, iban llegando y abriendo las mentes, los
cantautores, a fuerza de sufrir redadas y censuras parciales,
llegaban con sus protestas a la gente de la calle, y poco a poco
existía una concienciación de que era preciso preparar el cambio,
esta etapa terminó con la muerte del dictador en 1975.
Se abrió una etapa de Transición
guiada por Adolfo Suárez, en consenso con el resto de partidos (que
se legalizaron entonces), que sentó las bases para un país
democrático con la elaboración de la Constitución de 1978. Aunque
el país tuvo que sufrir en este periodo las amenazas de ETA. Unos
años muy fértiles para la Literatura que seguía de cerca los pasos
que daba el País.Como todos los países europeos, España ha caido en la trampa de pensar en el progreso ilimitado y hacia adelante, cayendo en el consumismo desmesurado y sufriendo muy a fondo la crisis económica y crisis de valores humanos que está despertando a la concienciación sobre el cuidado del entorno (Ecología), la revalorización de lo rural, el papel de la mujer en la sociedad o las políticas ciudadanas....
En los últimos años, en la novela
española se ha producido un cierto cansancio del experimentalismo de los años
sesenta. Este hecho ha producido dos efectos:
a. Por un lado, la aparición de algunas novelas donde se parodia y ridiculiza el exceso de experimentación (La saga/fuga de J.B., de Gonzalo Torrente Ballester).
b. Y, por otra parte, parece que
las obras de este período han optado por la recuperación de la intriga y el
argumento, algo que no era prioritario en las novelas anteriores (La verdad
sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza).
Pese a esa tendencia que se aleja
del experimentalismo, no podemos caracterizar las obras de estos últimos años,
dado que existen múltiples formas de entender la novela. Repasemos algunas de
ellas:
a. Metanovela.- Narra una historia
y el proceso seguido para la redacción o composición de la misma. Se trata de
hacer una novela sobre cómo se escribe una novela (La Escuela de Mandarines, de Miguel Espinosa, La orilla oscura, de José Mª
Merino, o Papel mojado, de Juan José Millás, aunque el más reconocido ahora mismo, por su obnsesión metaficticia sea E. Vila Matas).
b. Novela lírica.- El valor
esencial es la calidad técnica con que está escrita, la búsqueda de la perfección
formal (La Lluvia amarilla, de Julio Llamazares o La Fuente de la edad, de Luis
Mateo Díez).
c. Novela autobiográfica (Corazón
tan blanco, de Javier Marías). Muchas de estas novelas se han ocupado de los
años del franquismo y de la lucha contra la dictadura (El Río de la luna, de
José Mª Guelbenzu) y también del desengaño por la transición política (Los Dioses de sí mismos, de Juan José Armas Marcelo).
d. Novela histórica (El Manuscrito
carmesí, de Antonio Gala, Galíndez, de Manuel Vázquez Montalbán, o La verdad
sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza). En esta modalidad se incluye el ingente número de novelas que han revisado nuestra memoria histórica -acompañada socialmente por una campaña política, descubrimiento de fosas, etc-: Trece Rosas de Jesús Ferrero, Soldados de Salamina de Cercas, Episodios de una guerra interminable de Al. Grandes.
e. Novela psicológica (Ciegas
esperanzas, de Alejandro Gándara o El Expediente del náufrago de Luis Mateo
Díez).
f. Novela de intriga y policíaca
(La serie Carvalho de Manuel Vázquez Montalbán, La Tabla de Flandes, de Arturo
Pérez Reverte, El invierno en Lisboa de Antonio Muñoz Molina, Sangre a Borbotones de Rafael Reig).
No olvidemos tampoco la Novela regionalista o autonómica, propia de las distintas autonomías españolas o de las distintas lenguas de nuestro país, así:
En la Novela Gallega: Manuel Rivas (el del artículo de Serendipia, no olvidéis), autor comprometido, con temas sobre la guerra civil, como El Lápiz del Carpintero, Los Libros arden mal o La Lengua de las mariposas.
Álvaro Pombo (Las Manzanas del Mansard) , también gallego
Novela Catalana: Mercé Rodoreda: La Plaza del Diamant
Carmen Riera: Tiempo de Inocencia o Una Primavera para Domenico , relata en sus novelas Temas nuevos, como el amor entre las mujeres, una novela de carácter culto. En la misma línea estaría Tusquets, con novelas como El Mismo mar de todos los veranos o Habíamos ganado la guerra.
Novela de autores extremeños: Javier Cercas / Dulce e Inma Chacón, Luis Landero o Gonzalo Hidalgo Bayal (ver tema de La Literatura extremeña), Jesús Carrasco, todos ellos acaban de editar novelas este año.
No olvidemos tampoco la Novela regionalista o autonómica, propia de las distintas autonomías españolas o de las distintas lenguas de nuestro país, así:
En la Novela Gallega: Manuel Rivas (el del artículo de Serendipia, no olvidéis), autor comprometido, con temas sobre la guerra civil, como El Lápiz del Carpintero, Los Libros arden mal o La Lengua de las mariposas.
Álvaro Pombo (Las Manzanas del Mansard) , también gallego
Novela Catalana: Mercé Rodoreda: La Plaza del Diamant
Carmen Riera: Tiempo de Inocencia o Una Primavera para Domenico , relata en sus novelas Temas nuevos, como el amor entre las mujeres, una novela de carácter culto. En la misma línea estaría Tusquets, con novelas como El Mismo mar de todos los veranos o Habíamos ganado la guerra.
Novela de autores extremeños: Javier Cercas / Dulce e Inma Chacón, Luis Landero o Gonzalo Hidalgo Bayal (ver tema de La Literatura extremeña), Jesús Carrasco, todos ellos acaban de editar novelas este año.
Novela de Autores valencianos: Manuel Vicent (La Playa de la Malvarrosa)
Novela de autores andaluces:Antonio Gala (El Manuscrito Carmesí -ya nombrado- o La Pasión turca).
Novela Vasca: Jon Juaristi (El Bucle melancólico)
Novela Vasca: Jon Juaristi (El Bucle melancólico)
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