NOVELA Y POESÍA HISPANOAMERICANA
En los países hispanoamericanos,
el desarrollo de una narrativa propia fue más lento que el de la poesía, y de
hecho hasta los años 40 aproximadamente no se produjo una renovación
importante. Se suelen distinguir tres etapas principales:
1.
Hasta los años 40: El Realismo
con acento americano
Se mantienen los principios del Realismo
tradicional, heredero del s. XIX, con su atención a las cuestiones sociales y
psicológicas, grandes descripciones de paisajes y personajes, relato de la
sociedad o de una clase social. Sus tramas se sitúan en una naturaleza
grandiosa, muy americana, que condiciona a los personajes. En función de los
temas, se distinguen tres grupos:
–
Novela regionalista, donde la naturaleza se convierte en una
fuerza invencible que siempre impone sus leyes. El ser humano debe integrarse
en ella, compartir sus secretos, porque todo enfrentamiento resulta inútil. Hay
que recordar:
· Doña Bárbara (1929)
de Rómulo Gallegos (venezolano): novela
situada en los llanos de Venezuela, a orillas del Arauco, desierto alimentador
de bravura, amparador de barbarie, deshumanizador casi, donde la tierra no
perdona, donde los hombres jinetean caballos y enlazan cimarrones –animales
salvajes-. Doña Bárbara dirige una Hacienda “La Altamira” (con casas de bahareque
y paja, caneyes para curtir las pieles, gallineros, establos, etc.) es codiciosa, supersticiosa, sin grima
para quitarse por delante a quien le estorbe en su trabajo, en su posesión de
tierras y animales, dirigiendo los rodeos y las vaquerías. Entablaba largos y
laboriosos litigios contra sus vecinos, todos cuentan historias de sus amoríos
y crímenes. Su historia se remontaba al fruto engendrado por la violencia del
blanco aventurero con la sombría sensualidad india, violada y vendida, jurará venganza.
Las noches de luna llanera perturban el juicio, llenas de brujería y
superstición.
· La vorágine (1924) de José Eustasio Rivera (colombiano), novela de la selva amazónica,
cuenta cómo Arturo Cova, apasionado, irascible, valentón, se enamora de una mujer, Alicia, sin amarla
realmente, su personalidad tormentosa, le hace abandonar a sus amigos, su
prestigio, su ambiente urbano para lanzarse a la aventura y querer explorar la
selva, huye del hastío y la mediocridad. Cruzan montes, llanos, ríos, se
adentran en el mundo de los indígenas; la selva los atrapa con sus hormigas
antropófagas que arrasan todo, las tambochas caminan dejando tras de sí desolación y muerte. La
selva los atormenta con sus espejismos, los desorienta con su vegetación, las
corrientes se tragan las embarcaciones, la selva es el auténtico personaje que
sale incólume de la narración. Cuando la vida es hostil, y tan solo hay
penurias y hambre solo se sobrevive con el alcohol que embrutece y hace olvidar.
Cuando la naturaleza interviene, traga y destruye voluntades. La selva es un
lugar alucinatorio donde hay procesiones de caimanes y tortugas, los pantanos
están llenos de gente, las flores gritan y los árboles hablan y se hacen señas,
es sádica y siempre desconocida.
Se asemeja al mundo de Dª Bárbara, al de Los
pasos perdidos de Carpentier o a La
casa Verde de M. Vargas Llosa
· Don Segundo Sombra (1926), de Ricardo Güiraldes, novela de la Pampa y
del gaucho, con su concepto rabioso de libertad, con su individualismo
anárquico a lo largo de andaduras y episodios a través de un paisaje abierto,
que brinda todo lo que necesita el hombre de campo para vivir. Es la novela que
equivale a la versión en verso del Martín
Fierro de José Hernández.
-Novela
indigenista, que denuncia la explotación del indio por parte de los
blancos, e implica también una búsqueda y valoración de lo autóctono. Destacan,
entre otros:
· Raza de bronce (1919), del
boliviano Alcides Arguedas (Los conflictos entre culturas, el complejo
mestizaje y la relación, a veces violenta, entre el mundo indígena y el criollo
/mestizo)
· Huasipungo
(1934), del ecuatoriano Jorge
Icaza (explotación de las maderas de los bosques, el trato que los
hacendados dan a los indios, la corrupción de las autoridades, del cura
ambicioso, la falta de justicia. Los gringos acabarán desalojando a los indios
de su Huasipungo (tierrita ganada con su trabajo), porque dicen que esa
cordillera de los Andes está llena de petróleo, cuando Andrés CHilinquinga se
rebela y pide que todos defiendan su Huasipungo, será masacrado, desde la
capital enviaron medio ejército, para que acabaran con aquellos bandidos.
· El mundo es ancho y ajeno (1941), del peruano Ciro Alegría, narra los problemas de la
comunidad andina de Rumi, liderada por su alcalde Rosendo Maqui, quien enfrenta
la codicia del hacendado don Álvaro Amenábar, el cual finalmente les arrebata
sus tierras. «Váyanse a otra parte, el mundo es ancho», dicen los despojadores
a los comuneros. Estos buscarán entonces un nuevo lugar donde vivir. Pero si el
mundo es ancho o inmenso, siempre será ajeno o extraño para los comuneros. La
experiencia trágica de muchos de ellos que van a ganarse la vida a otros
lugares, sufriendo la más cruel explotación, padeciendo enfermedades y hasta la
muerte, lo demostrará con creces. Para el hombre andino la comunidad es el
único lugar habitable
-Novela
política, especialmente la centrada en la revolución mexicana
y el fracaso de sus ideales, la brutalidad entre federales y revolucionarios, como
Los de abajo (1916) de Mariano Azuela.
Todas estas novelas recogen el habla rural o propia de campesinos y
mestizos, la mayoría llevan incorporados léxicos para facilitar su lectura.
2.
Desde los años 40 a los 60:
El realismo mágico. Esta
corriente aparece a lo largo de los años 40, fue A. Uslar Pietri el que la usó
por primera vez para definir ciertas novelas hispanoamericanas (algo parecido ocurrió con la expresión “lo real maravilloso” que utilizó
Alejo Carpentier).
. Sigue apareciendo, como en la novela realista, una
naturaleza de proporciones desmesuradas, todavía no dominada por el
racionalismo occidental y cuentan hechos insólitos, fantásticos incorporados a
esa realidad. Estos elementos fantásticos o mágicos son percibidos como
normales por los personajes. De la misma forma, algunos hechos verosímiles se
presentan como insólitos o increíbles.
. Los sentidos y la intuición
se funden para percibir la realidad.
. Se desarrolla en un espacio particular que tiene una
atmósfera especial, que da intimidad a los personajes, las figuras de la
historia.
. Personajes muy particulares, con una visión casi onírica de la
vida, que viven en espacios y tiempos que no son los suyos, pero siguen la vida
habitual, muy intensamente.
. El Tiempo
es intercambiable, el presente puede regresar al pasado, o adivinar el futuro,
suelen reiterarse los ciclos del tiempo y son fluctuantes (como los relojes
líquidos de Dalí)
. Muestran
sensibilidad por la explotación y la marginación social.
. Siguen
apareciendo los ámbitos rurales, pero aparecen ya retratadas las construcciones
“urbanas” así “Cartagena” en El Amor en
los tiempos del Cólera, con su puerto, sus industrias, su telégrafo y su
distintos barrios, o la ciudad de las Antillas del Siglo de la Luces de Carpentier.
Aparecen como constantes
algunos temas como la búsqueda de la identidad (individual y colectiva), la
figura del dictador o tirano (que ha marcado la historia del continente y que
se suele presentar con tintes ridículos), la concepción circular o cíclica del
tiempo, o la reflexión sobre la propia creación literaria.
En cuanto a la forma, estos
autores constituyen la primera generación que acomete la renovación formal del
género, en técnicas y en lenguaje. Cuatro grandes nombres son:
Miguel Ángel Asturias (1899-1974)),
escritor, periodista y diplomático guatemalteco. Estudió antropología y
lingüística para acercarse a las mitologías aborígenes de los Mayas. Tuvo
contactos en París con los surrealistas.
Su novela más conocida es El Señor
presidente, expresionista y barroca. El presidente -Manuel Estrada- adquiere rasgos demoníacos,
en consonancia con el mundo en el que litigan la concepción cristiana y el
universo mítico maya. El señor Presidente es descrito burlescamente, oprime con
crudeza y brutalidad imponiendo el miedo, se investiga el asesinato del coronel
Parrales, del que ya se encarga él de buscar un culpable.
En Hombres de Maíz, retrata la cultura Maya, aparecen igualmente los
rostros de la marginación, la injusticia y la explotación. Las deidades Mayas
se incorporan a la vida real, se resiste al genocidio cultural y crea
personajes que, a pesar del sufrimiento, saben mantener su identidad propia,
así también en Mulata de tal o en Tres de
cuatro soles.
Alejo Carpentier (1904-1980)
Músico y literato cubano, hijo de francés y rusa llevaba ya en sí el mestizaje
cultural, creció junto a negros
y blancos, perteneció a grupos que luchaban contra el dictador Machado.
Se caracteriza por su riqueza lingüística. Los hechos históricos se
presentan desde las vivencias de los individuos. Sus principales novelas se
ambientan en las Antillas en los siglos XVIII y XIX, con la esclavitud como
problema de fondo. En el prólogo de El reino de este mundo (1949),
el autor explica su teoría sobre “lo real maravilloso”: el escritor no tiene
necesidad de crear mundos mágicos, ya que la propia realidad hispanoamericana
es mágica, maravillosa, llena de excesos y contrastes.
En El siglo de las luces Víctor Hughes, francés enviado a las Antillas
para expandir la revolución francesa terminó por convertirse en un déspota con
autonomía de Francia. Sofía y Carlos, hermanos, y su primo Esteban,
protagonizarán la historia.
Juan Rulfo (mexicano, 1918-1986).
Su novela corta Pedro Páramo publicada en 1955, ofrece novedades
técnicas como la estructura fragmentaria, desorden temporal, complejidad de
planos narrativos e interrelación de historias. La narración gira alrededor
de un personaje, Pedro Páramo, muerto ya en el tiempo del relato. Mediante la
alternancia de planos narrativos se logra crear un mundo en que se confunden lo
real y lo fantástico.
La historia muestra sin decirlo
la denuncia de la injusticia, al mostrarnos una realidad muerta, desolada,
llena
de magia y alucinación, el libro comienza “Vine a Comala porque me
dijeron que aquí vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”- se lo dice a un arriero
que encuentra por el camino- “Comala está sobre las brasas de la tierra, en la
mera boca del infierno ,-le contesta el arriero- aquí no vive nadie, Pedro
Páramo murió hace muchos años, yo también soy hijo de él, pregunte al llegar
por Eduviges”. Miguel Páramo hablará con Eduviges y Damiana, pero en el pueblo
todos han muerto ya.
Jorge Luis Borges (argentino, 1899-1986). Escribió
cuentos, recogidos en volúmenes como Ficciones (1944) y El Aleph (1949).
Ficciones: en él están algunos de
sus relatos más famosos, como “Tlön, Uqbar, Orbis, Pierre Menard, autor del
Quijote, La Biblioteca de Babel o el Jardín de senderos que se bifurcan”. En
ellos mezcla erudición, imaginación, ingenio e inquietudes metafísicas.
Metáforas como la del Laberinto, la Biblioteca que coincide con el Universo o
la minuciosa reescritura del Quijote, pertenecen al universo Borgiano, y a la
cultura universal.
El Aleph: representado por el "punto que contiene todos
los puntos del universo". Se muestra como un pico de hiperrealidad
fantástica; está en el sótano de una casa vieja, y es necesario estar tirado en
el suelo para verlo. Es interesante notar cómo un objeto que podría ser digno
de culto se encuentra en un ámbito sumamente trivial. Funciona como pie para
divagaciones metafísico-filosóficas en la historia de Borges y Beatriz.
Son ejercicios de imaginación que
plantean problemas metafísicos como la identidad, la eternidad y el infinito,
el mundo como laberinto o el tiempo como ilusión. Con frecuencia filtra la
ficción bajo una apariencia de ensayo, con un estilo frío y preciso pero
cargado de sugerencias.
3. La nueva novela (a partir
de los años sesenta)
En los años sesenta, después de
las primeras aportaciones de Asturias, Carpentier y Rulfo, va a surgir una
promoción de novelistas que va a protagonizar un auténtico fenómeno literario y
editorial conocido como “boom” de la literatura hispanoamericana, basado en la
acentuación de los rasgos del realismo mágico como: la ampliación hacia lo
urbano, la incidencia en los problemas existenciales y la integración de
fantasía y realidad,; la experimentación en técnicas y lenguaje, inspirada en
los grandes innovadores de la narrativa universal del primer tercio del siglo
(Kafka, Proust, Joyce). Sin embargo, no olvidan temas tradicionales como el
mundo indígena, la figura del dictador o la identidad americana, pero les dan
un nuevo enfoque.
Destacan los siguientes autores:
–Juan Carlos Onetti (uruguayo,
1909-1994). Visión pesimista y desesperanzada de la vida, cercana al absurdo.
En sus novelas la historia se presenta desde perspectivas diferentes de cada
personaje. Su obra más conocida es El astillero.
–Ernesto Sábato (argentino,
1911). Su novela se orienta hacia el drama psicológico. El individuo
aparece en conflicto constante con la sociedad sin valores. Destacan sus
novelas El Túnel y Sobre héroes y tumbas. La primera relata la
obsesión amorosa de Pablo por María, el amor como locura y la búsqueda de lo
inalcanzable, el protagonista relata ante los jueces por qué asesinó a María.
Sobre héroes y tumbas: La novela muestra a los últimos
representantes de una familia oligárquica venida a menos, en la que se
intercala la trágica historia de los seguidores del general Lavalle que una vez
derrotados llevaron el cuerpo muerto de su jefe al exilio. Por un lado, Martín
y Alejandra, que viven una relación tortuosa y atormentada, incapaces de
escapar a un turbio destino: la genéticamente predisposición de la familia de
ella a la locura. Por otro, la historia de un incesto brutal y la asfixiante
atmósfera en la que se debaten sus protagonistas. Cuenta además la invención de
una trama siniestra protagonizada por una apócrifa organización de ciegos y,
además, la necesaria decisión de huir a la Patagonia en busca de un
renacimiento vital, de una nueva oportunidad.
Escribió un ensayo Resistencia al final de sus días, ya
ciego, donde expresaba su idea de la esperanza para vivir. Participó en el
informe que se hizo sobre la tortura en Argentina.
–Julio Cortázar (argentino,
1914-1984). En sus cuentos, tiene la habilidad de presentar aspectos de la realidad
cotidiana como nuevos y asombrosos. Entre sus novelas, destaca Rayuela (1963),
ambientada en París y Buenos Aires y
protagonizada por Oliveira, un
intelectual pesimista y desorientado enamorado de la Maga, mujer
imprevisible y llena de imaginación con la que convive en París, y a la que
echará de menos en Buenos Aires. Los temas son la soledad, la búsqueda de la autenticidad,
el juego como forma de existencia más libre y la reflexión sobre la creación
literaria. Presenta una estructura inspirada en el juego infantil de la
rayuela (en el que se salta de casilla en casilla), de modo que permite dos
lecturas: en orden lineal y en el orden que se propone en un tablero, según una
concepción libre y lúdica de la literatura.
También son inigualables sus cuentos como Final del Juego e Historias de Cronopios y de famas: Los cronopios
(de los cuales el escritor dejó claro que no tenían nada que ver con el tiempo,
para evitar confusiones con el prefijo crono-), pueden ser entendidos como la
clase media argentina de esa época. Quieren imitar a los famas, pero son
mediocres; quieren que sus hijos sean de sangre de fama, pero los educan como
cronopios. Eugenesia es un cuento que revela ese aspecto. Los famas
dispersan las malas noticias.
Mientras que los esperanzas
representan las clases bajas de la sociedad, a la espera. Cabe recordar que la
esperanza es lo único que queda dentro de la caja cuando escapan de ella los
males en el mito de Pandora, pero lo que es un mal es la espera, su apatía.
Se suelen fastidiar unos a otros,
a veces hacen alianzas entre sí. Cuando cantan y bailan les gusta cantar
catala, tregua y espera. No se suelen poner de acuerdo (como en Los Exploradores)
-Carlos Fuentes (mexicano,
1928). La muerte de Artemio Cruz presenta una estructura fragmentaria y
narra desde diferentes perspectivas la vida de un poderoso cacique mexicano. El
hecho de que el relato se realice desde el punto final, el de la muerte del
protagonista, hace que el viaje retrospectivo termine en el punto en que había
comenzado, por lo que la organización es realmente circular.
-Mario Vargas Llosa (peruano,
1936), vive entre Parías,
Londres y Barcelona, colabora en “El País” intentó comprometerse con su Perú hasta el
punto de presentarse como Presidente en las elecciones de 1990. Protagonizó una
polémica con G. Márquez que se hizo mítica al no confesar ninguno porqué habían
reñido.
La ciudad y los perros se
desarrolla en el ambiente cerrado y opresivo de un colegio militar en la ciudad
de Lima. El lugar condiciona el comportamiento de los personajes, que viven en
un mundo cuyos límites son los muros del colegio, donde no existe la
individualidad. En este mundo donde hacerse hombre significa la exaltación de
la violencia y del machismo, los estudiantes sienten el peso de la soledad
viven en constante frustración, denuncia antimilitarista, narra según una serie
de contrapuntos y planos superpuestos. Conversaciones en la Catedral, dos personajes analizan la situación social y las
maniobras del poder.
La Tía Julia y el escribidor, relato autobiográfico, ya que él casó
con una tía materna diez años mayor que él.
La guerra del Chivo, una de sus mejores obras, sobre el dictador
dominicano Trujillo y sus desmanes.
El sueño del Celta (2010), novela histórica que relata la vida del
cónsul británico Roger Casament en El Congo y en Perú y que se dedicó a
denunciar las atrocidades, torturas, genocidios de ciertas empresas que
explotaban las riquezas del País. Su última novela es El Héroe discreto, relata la experiencia de dos empresarios
peruanos.
-Gabriel García Márquez (colombiano,
1928). Su novela más importante es Cien años de soledad (1967). Exponente
máximo del realismo mágico, funde mito y fantasía. Se ha visto en ella una
metáfora de la condición humana, con un fondo de pesimismo existencial, una
visión trágica y cerrada de la vida: circularidad del tiempo en Macondo,
determinismo que rige la vida de sus gentes, soledad, violencia, y la maldición
que pesa sobre la familia Buendía. Para otros, es una exploración de la
situación histórica de Hispanoamérica, y proponen una lectura interpretativa
que se centre en los elementos de denuncia social y política: imperialismo
económico y opresión de los pobres. Macondo se crea y se destruye al igual que
en los mitos bíblicos.
Crónica de una muerte anunciada, desde el inicio sabemos que se
trata de la investigación del asesinato de Santiago Nasar, a manos de los
hermanos Vicario; parece ser que Santiago es el culpable de la deshonra de Ángela
hermana de los gemelos, que ha contraído matrimonio el día anterior y ha sido
rechazada por su marido, nunca una muerte fue tan anunciada y menos prevenida.
El Coronel no tiene quien le escriba, novelita que relata la espera
constante de una carta del gobierno, por parte del coronel –su propio abuelo-
con la notificación de una paga por los servicios prestados, el coronel falto
de medios solo cría con empeño un gallo para llevarlo a las peleas de Gallos y
con eso poder comer.
El Invierno del Patriarca, novela de dictador como tantos
otros, que relata las calamidades y
tribulaciones humanas como representaciones de un delirio omnipotente y
solitario del poder, de destrucción y pesadumbre.
La hojarasca, sus Cuentos, donde vivos y muertos entablan
conversación, mundos viejos y mundos nuevos que se cruzan y se dan la mano, lo
insólito hecho costumbre, lo mágico traído a lo cotidiano.
Otros nombres que se deben, al menos,
mencionar, son José Lezama Lima, Augusto Roa Bastos y Guillermo Cabrera
Infante.
4. La narrativa
hispanoamericana de las últimas décadas
La sombra de los autores del boom,
algunos todavía en plena forma narrativa, ha condicionado a las
generaciones posteriores, que en muchos casos no han podido sustraerse a su
influencia (patente también, por cierto, en muchos novelistas españoles de esos
años). Entre los más próximos en edad y características podemos citar al cubano
Severo Sarduy, de estilo barroco; el argentino Manuel Puig, irónico
y sentimental, y al peruano Alfredo Bryce Echenique, autor de Un
mundo para Julius (1970), corrosiva sátira de la alta sociedad peruana. En
una línea experimental destaca Fernando del Paso, mexicano, autor de Palinuro
de México (1977).
En cuanto a generaciones más
jóvenes, la estela del realismo mágico aún influyó en dos autores de gran
éxito: los chilenos Isabel Allende (La casa de los espíritus, 1982 / Paula)
y Luis Sepúlveda (Un viejo que leía novelas de amor, 1992). Ya en los
años noventa, se consagran autores de tendencias variadas, como el argentino César
Aira (El congreso de literatura, 1997); el colombiano Fernando
Vallejo (La virgen de los sicarios, 1998), quien muestra con toda
crudeza la violencia del narcotráfico en Colombia; y el argentino Rodrigo
Fresán, influido por el intelectualismo lúdico de Cortázar y por la cultura
pop (La velocidad de las cosas, 1998). Citamos, finalmente, al chileno Roberto
Bolaño, que causó gran impacto con Los detectives salvajes (1998) y 2666
(2004); la primera reconstruye las andanzas de dos escritores malditos que
investigan sobre un autor vanguardista, mientras que la segunda se centra en la
violencia de México y, en particular, de Ciudad Juárez.