ROBINSON
CRUSOE DE DANIEL DEFOE
Daniel Defoe 1660-1731, conoció varios reyes ingleses, una
revolución, la peste, un incendio que devoró Londres, y algunas
otras catástrofes naturales, pero también conoció el éxito de la
historia que escribió sobre un NAÚFRAGO.
D. Defoe daría el nombre de Robinson Crusoe a su protagonista, que
partió de Inglaterra, el 1 de septiembre 1651, en contra de la
voluntad de su padre, convencido de que quería explorar los
mares y desde el primer momento conoció tremendas tormentas en el
mar y obligados regresos a la costa. Se embarcó hasta Guinea con un
capitán, pero luego fue apresado en Salé, puerto que pertenece -nos
dice el mismo narrador- a los moros. Como era bueno no lo sometieron
a castigos, sino que le pusieron al servicio de un amo complaciente
(ESTO NOS RECUERDA A LA HISTORIA DEL CAUTIVO DEL QUIJOTE, QUE NO ES
NI MÁS NI MENOS LA HISTORIA DE CERVANTES).
Al cabo de dos años escapó en una embarcación, pasando por las
costas de Canarias hacia Cabo verde, se encuentra en medio con una
embarcación y un buen capitán- "amo"- que lo lleva a
Brasil, allí lo deja con un hombre que le explica cómo llevaban las
Plantaciones y comienza a tener una hacienda. Este mismo AMO le
enseña a comerciar su dinero con Lisboa, pudiendo ya considerarse un
hombre rico.
Sin embargo como la perspectiva del Narrador es que está
escribiendo después de ocurridos los hechos, hay una
constante alusión a ese contravenir las órdenes de su padre,
que siempre le llevaron a buscar horizontes y posesiones nuevas y
tanto mal le acarrearon. En estas reflexiones nos encontramos con el
verdadero ser humano de Robinson
Dice en la pág 55, edc. de Anaya: A menudo ocurre que un abuso de
prosperidad resulta ser el artífice de la mayor adversidad, y así
fue para mí... si hubiese perseverado en esta situación, optando
por una vida tranquila y retirada, habría encontrado la forma de
procurarme todos los bienes que mi padre tan fervorosamente me había
recomendado, pero... me convertiría en el instrumento voluntario de
mi propia ruina.
Se embarcó en dirección a México y dirección a África, pero otra
terrible tormenta destrozó el barco y le encalló precisamente
cerca de una isla, el barco quedó destrozado y solo sobrevivió él,
con los restos del barco hizo una pequeña balsa y trasladó a
tierra, una escopeta, dos pistolas, municiones, galletas (alimento de
los marineros), ron, un cuchillo, una pipa y un poco de y tabaco,
temía ser devorado por las fieras, asaltado por indígenas, pero
poco a poco se va dando cuenta que la isla está solitaria. Vuelve a
hacer una visita al barco y trae todo lo que le es de utilidad,
maderas, ropas, caja de herramientas (p.71)
No obstante, lo bueno es ver cómo solo la necesidad es la que obliga
a Robinson a idear su refugio, a pensar cómo caza para comer, a
observar cómo crecen las plantas, se da cuenta un día que ha
encontrado semillas de cebada y trigo, las siembra pero no todas,
pues podían estropearse, como así sucedió en el primer intento,
luego molerá el grano, lo amasará. Con ello va aprendiendo el
ritmo de las estaciones, que en realidad, solo son una
combinación de estaciones húmedas y secas. No nos lo dice al
principio, pero luego nosmuestra que del barco había traíso UN
PERRO, que le durará 16 años y murió de viejo, su única compañía
y dos gatos, que se reproducirán con otros salvajes de la isla con
tal profusión que se vio obligado a matar algunos.
EL TIEMPO: un día viendo que perdería la noción del tiempo, clavó
una estaca y puso la fecha de su llegada 30 septiembre 1659, y
fue luego haciendo una hendura en la estaca cada día, hasta que
cumplidos los 365, ve pasar un año. El relato de este primer año es
mucho más lento y minucioso, claro, que el resto del tiempo, de
estar 15 años a 18, tres años de diferencia, nos lo relata en
catorce páginas, por ejemplo.
En medio, se dio cuenta de que
entre las cajas drescatadas del barco había papel, plumas y tinta y
comienza un DIARIO, que le sirve de observación, pero sobre todo de
REFLEXIÓN, de hecho empieza con un
primer balance, qué
tenía bueno y qué malo:
Malo
He
sido arrojado a una horrible isla desierta, sin esperanza alguna de
salvación.
Al
parecer, he sido aislado y separado de todo el mundo para llevar una
vida
miserable.
Estoy
separado de la humanidad, completamente aislado, desterrado de la
sociedad
humana.
No
tengo ropa para cubrirme.
No
tengo defensa alguna ni medios para resistir un ataque de hombre o
bestia.
No
tengo a nadie con quien hablar o que pueda consolarme.
Bueno
Pero
estoy vivo y no me he ahogado como el resto de mis compañeros de
viaje.
Pero
también he sido eximido, entre todos los tripulantes del barco, de
la muerte; y Él,
que
tan milagrosamente me salvó de la muerte, me puede liberar de esta
condición.
Pero
no estoy muriéndome de hambre ni pereciendo en una tierra estéril,
sin susten to.
Pero
estoy en un clima cálido donde, si tuviera ropa, apenas podría
utilizarla.
Pero
he sido arrojado a una isla en la que no veo animales feroces que
puedan hacerme
daño,
como los que vi en la costa de África; ¿y si hubiese naufragado
allí?
Pero
Dios, envió milagrosamente el barco cerca de la costa para que
pudiese rescatar
las
cosas necesarias para suplir mis carencias y abastecerme con lo que
me haga falta
por
el resto de mi vida.
En
conjunto, sirva para demostrar que, aun en la desgracia,
siempre
encontraremos
algún consuelo, que colocar en el cómputo del acreedor, cuando
hagamos
el balance de lo bueno y lo malo.
También va construyendo una
casa, pero sus temores, aunque no ha encontrado fieras ni hombres,
siguen siendo muchos, así que escava una cueva para refugiarse, más
tarde explorando la isla, debe construirse otro refugio para pasar
una noche, que va ampliando, así que cuenta con una casa habitual y
otra de campo, que dice él y, aún más otro refugio natural, que
encuentra en las playas opuestas a donde vive. En
su desgracia, se siente afortunado
El Diario vuelve a repetir algunos de los datos que ya sabíamos sobre
el navegante, pero pronto se nos olvida que leemos en el diario, pues
D. Defoe no se preocupa de este relieve narrativo, de este doble
plano. Cosa que volverá a confundirse al final del relato.
Cuando el lector se siente más entrañablemente junto al personaje de Robinson, es cuando
a este le abruma su SOLEDAD, cuando se queda sin horizontes y sin
esperanza de hallar una respuesta a su vida. Curiosamente del barco
se había traído una Biblia, comienza
a leerla, y sus lecturas le van dando qué pensar, el
lector asiste, como él dice, a una salvación espiritual, ya que no
material, que es la única -se da cuenta- le había preocupado hasta
entonces, dado que en su mundo -el nuestro- era solo esa su
preocupación.
El personaje, encuentra en todo,
un pensamiento positivo, como hizo en su balance inicial, no le
asistían males, tenía sificiente comida, "casas",
"posesiones", tenía
un rebaño de cabras, aves, todo
lo que alguien pudiera desear. Había
conocido otro naufragio, del que no quedó tampoco ningún
sobreviviente y pudo renovar sus pertenencias acercándose al barco
encallado, donde encontró de nuevo un perro como amigo.
Hasta que un día descubre al ir
a la otra parte de la isla, que unos hombres llegados en canoas, se
comen a otros que traen maniatados, él los descubre y empieza su
terror. Su primera reacción, será pensar cómo matarlos, como
aniquilarlos, si vuelven, él sabía de la existencia de estos
caníbales, pero
finalmente su pensamiento da de nuevo en que ese comportamiento lo
convertiría en un SER TAN INHUMANO como ellos, que seguramente se
conducían así instintivamente y por que eran sus enemigos y nadie
les había enseñado otra cosa:
"Me
preguntaba qué autoridad o vocación tenía yo para pretender ser
juez o verdugo de estos hombres como si fuesen criminales,
cuando el cielo había considerado dejarlos impunes durante tanto
tiempo para que fuesen ellos mismos los que ejecutaran su juicio.
(...) Ciertamente, esta gente no comete ningún delito al hacer esto,
porque no les remuerde la conciencia (...)Para ellos, matar a un
prisionero de guerra no es un crimen como para nosotros tampoco lo es
matar un buey; y para ellos, comer carne humana les es tan lícito
como para
nosotros
comer cordero. Luego de reflexionar un poco sobre esto, llegué a la
conclusión de que me había equivocado y que estas personas no eran
criminales en el sentido en que los había conde nado en mis
pensamientos; no más asesinos que los cristianos que, a menudo, dan
muerte a los prisioneros que toman en las batallas, o que, con mucha
frecuencia, matan a tropas enteras de hombres, sin darles cuartel,
aunque hubieran depuesto sus armas y se hubieran rendido"
Piensa,
incluso, que respecto a cómo eran LOS ESPAÑOLES, eran inocentes. Se
convence que ni desde el punto de vista moral, ni político debía
meterse con esto. Los ESPAÑOLES, tienen muy mala fama en la obra.
Así
que según Robinson, la religión, el lector tiene la sensación de
que es su buena reflexión, pero quizá era la única manera de verlo
para él, se lo proporciona la lectura de la Biblia, como
digo sus reflexiones le hacen humano, prudente, "cuántas
veces somos salvados sin darnos cuenta;otras
reflexiones similares me llevaron a regirme por una norma: obedecer
la llamada
interior o la inspiración secreta de hacer algo o de seguir algún
camino cada vez que la sintiera, aunque no tuviera razón alguna para
hacerlo, salvo la sensación o la presión de ese presentimiento
sobre mi espíritu,
no puedo desaconsejar a los hombres prudentes, que nunca es tarde
para ser sabio"
Es
muy interesante también cuando reflexiona
sobre el miedo,
que dice que suele hacernos padecer y crea en nosotros una ansiedad
mucho mayor, que los efectos que produce en nosotros aquello que nos
amedranta, que muchas veces, además, no llega a acontecer.
Habían
pasado veinticinco
años, cuando atisbó
un día unas canoas en la parte de su playa y vio allí a unos
caníbales, pretendían volver a repetir el rito de comer a unos
hombres que traían maniatados, uno
de ellos escapó y él logró ahuyentar a los demás, pero tuvo que
matar a algunos, y otros salieron huyendo, finalmente el que quedó
en la isla, también caníbal, le puso por nombre VIERNES,
le dijo que a él le llamara amo,
y le enseñó poco a poco a hablar, curiosamente dice Robinson,
recuperé mi lengua.
Robinson
domestica a Viernes, le muestra cómo sembrar, cómo no debe de comer
carne humana, cómo sembrar, cazar, y se convirtió en su más fiel
amigo y servidor. Pasaron
tres años de nuevo hasta que llegaron otros que traían igual gente
maniatada, entre Robinson y Viernes los rescatarán, uno de los
rescatados era español y otro, cuál no será nuestra sorpresa, es
el padre de Viernes, con lo que el autor nos muestra el contraste
entre el cariño que viernes profesa a su padre y los cuidados que le
prodiga, y lo poco que estimó Robinson a su padre cuando le aconsejó
al principio de la obra y luego se ha encargado de ir recordándonoslo
siempre.
Es
curioso, porque a pesar de sus reflexiones, cuando estos otros dos
personajes pasan a vivir con ellos, Robinson no los puede ver sino
como súbditos, y dice que cada uno tenía una religión, ellos dos
protestantes, el padre pagano y caníbal y el español papista, pero
que decreta "Libertad de conciencia". Uno no puede
separarse de lo que ha aprendido tanto como quisiera, vemos que la
configuración de su mundo sigue siendo el "orden occidental".
Un
día el padre de Viernes y el español se marcharon en una canoa que
construyeron hacia el continente, que se nos revela estar en la
desembocadura del Orinoco, la isla Trinidad.
Pasado
un tiempo Viernes ve llegar un barco, en él se han amotinado los
marineros y tienen a su capitán prisionero, con mucha cuatela ellpos
se acercan, pues llegan a su orilla y rescatan
al capitán , se cuentan mutuamnete sus historias y se prometen
protegerse y que partirán juntos de la isla. Es
curioso ver cómo tan lejos de toda sociedad y con tantas
posibilidades de morir los hombres siguen peleándose y
maltratándose. En la isla dejarán abandonados a algunos de estos
perversos hombres, aunque Robinson les cuenta su historia y les
aclara cómo ha vivido.
De
la isla, se trae su gorro de piel de cabra, el loro al que había
enseñado a hablar y le llamaba Poll, su sombrilla y su diario.
Para
llegar a Inglaterra, veremos otra vez un viaje lleno de peripecias,
pues desembarcan en Lisboa y suben haciendo el viaje a pie por
España, Francia (Ahí abandona a Viernes....) hasta que embarcan frente a las costas de
INGLATERRA.
Encuentra
a su familia reducida, pero aún viven sus hermanos, sobrinos, a los
que educa. Y se preocupa, como buen Inglés de saber qué fue de su
hacienda en Brasisl. Para su sorpresa su buen socio, apartó siempre
su parte y allí están sus riquezas ahora triplicadas.
Se
casó y tuvo hijos, pero no le pasa como a D. Quijote que abre los
ojos y se queda en su casa, él vuelve a sentir la nevcesidad de
viajar -¿De
nuevo la ambición Occidental?-
y
se embarcará a las Indias.
La
sorpresa mayor -narrativamente hablando- viene después de acabada
aparentemente la novela; en el epílogo que escribe el autor,
Daniel Defoe.
Allí supone que Él, Daniel Defoe, encuentra a Viernes paseando por una calle de Londres, el autor conversa con él y le dice que no es más que una criatura suya, que él ha creado en Robinson Crusoe, y le deja leer el libro. Viernes entonces se da cuenta de la crueldad de Robinson al abandonarlo, el verdadero significado de la palabra"AMO", de lo rápido que olvidó los principios de respeto y libertad aprendidos en soledad en la isla, y qué pronto se contaminó otra vez el pensamiento capitalista (su interés por el dinero), de los prejuicios de clase (no quería acordarse de los caníbales, ni de su educación), en fin critica el pensamiento del autor y la actividad de Robinson, a la vez que nos deja un INTERROGANTE, al poner en tela de juicio las bondades del Robinson que habíamos leído y también al mezclar personajes reales y ficticios en el mismo plano.
"Esto
me hizo pensar que si los hombres compararan su situación con
la de otros que están en peores circunstancias y no con los que
están mejor, se sentirían agradecidos y no se quejarían de sus desgracias" (reflexión de Robinson en la isla)