EL
ROMANTICISMO
El Romanticismo es no sólo una revolución
artística, sino también política, social e ideológica tan
importante y duradera, que todavía hoy se viven muchos de sus principios: la
libertad, el individualismo, la democracia, el idealismo social, el
nacionalismo, la sensibilidad particular de las emociones.
Como
toda revolución, como todo movimiento vasto histórico, el Romanticismo se
presenta como un complejísimo fenómeno imposible de abarcar en una definición.
Hay,
no obstante, una serie de acontecimientos decisivos a lo largo del siglo XVIII,
sobre todo entre 1770 y 1800, que cambian radicalmente el signo de la sociedad
y la cultura occidental. Cabría decir, acudiendo a un desgastado tópico, que
entre esas fechas Europa se acostó absolutista y neoclásica y se levantó
demócrata y romántica. El cambio se gestó principalmente en Alemania e
Inglaterra, pero con aportaciones considerables de Estados Unidos y Francia.
Hay que constatar que España, si se exceptúa quizá la especial contribución de
Goya (1746-1828) no ayudó en nada a la transformación en curso. Se limitó a
aceptarla con más o menos entusiasmo.
La
revolución industrial inglesa (1760-1840)
altera la relación de capital y producción, expande el comercio, favorece el
auge de la burguesía y, en definitiva, sienta las bases del liberalismo. La
revolución americana con
su Declaración de Independencia (1776) hace de los derechos del hombre su eje
cardinal, y al pueblo fuente de poder.
Frente al carácter
pacífico y continuista de ambas, la revolución francesa (1789),
sangrienta y demoledora, afirma la libertad,
la igualdad y la fraternidad, vengando con la muerte de Luis XVI los abusos
de los Borbones. Pero eso mismo revela el peligro del populacho, como entonces
se llamó, y provoca una reacción conservadora que durante muchos años obligaría
a la búsqueda de un equilibrio entre los excesos de los de abajo y de los de
arriba, de un justo medio.
Paralelamente
en el orden cultural, un grupo de filósofos y de escritores minan el imperio
absoluto de la Razón, de las Reglas, del Clasicismo, Jacques Rousseau (1712-1778),
aporta una nueva actitud ante la sociedad y el individuo, defiende la bondad de
éste y la maldad de aquella, propugna el desarrollo de la potencialidad de cada
personalidad, despliega un nuevo sentimiento ante el amor y la naturaleza,
abriendo una nueva sensibilidad.
En
Alemania, la muerte de Kant (1804) abre el camino al idealismo de Schelling y Hegel, que valora la fuerza del espíritu y muestra una gran
preocupación por la historia, aquí en Alemania se produce un movimiento
llamado “Sturm und Drang” (Tempestad y pasión / Tormenta e
impulso) que propugna la creación literaria al margen de las reglas clásicas y
revaloriza la expresión artística de vivencias y sentimientos. Los hermanos Schlegel
y Grimm afirmaron la existencia de un espíritu nacional ligado al idioma cuyo
desarrollo es la historia de cada país, la manifestación de ese espíritu
en las creaciones del pueblo y los grandes poetas. Con ello se afirmaban
decididamente el nacionalismo y el populismo. Los “cuentos y lieder” de Heine y Hoffman, abrieron la sensibilidad a la
naturaleza.
Johann
W. Goethe (1749-1832)
Su novela Werther (su amor por Carlota) (1774)
representa la primera inmersión profunda en el “mal del siglo” con la historia
de un infortunio amoroso que termina en suicidio. Fausto (1808)
crea el paradigma de poema épico romántico, de índole filosófica, con un héroe
a la busca de un sueño imposible (vivir la eterna juventud, vendiendo su alma
al diablo). https://youtu.be/fnOHhGnbZsg.
En
Inglaterra Shelley y Lord Byron abrirían el Romanticismo inglés, válganos la
obra de Shelley, Frankenstein , como inquietud romántica por superar los límites
humanos, ansias de saber en un mundo donde se olvida el cuidado cercano y la
estima personal de un entorno familiar o de amistad. Podéis ver este enlace de
la película Remando al Viento de Gonzalo Suárez https://youtu.be/92U3orszabY.
EL
ROMANTICISMO EN ESPAÑA
España
vive grandes tensiones políticas, hay pronunciamientos militares, estancamiento
económico, claro retraso respecto a Europa. En 1808 tiene lugar la guerra de la
Independencia contra Napoleón, en 1812 se redacta la Constitución liberal de las
cortes de Cádiz, que en seguida es derogada por el absolutista Fernando VII (hijo de Carlos IV), cuyo
reinado hasta 1833, produce un retraso intelectual, el exilio de los románticos españoles (Espronceda, Martínez de la
Rosa, Blanco White), y el establecimiento del poder de la censura.
A
la muerte del rey, regresan los intelectuales y su hija Isabel II, sería amiga
de las tertulias románticas en casa de Carolina Coronado (Almendralejo,
1820-1911) y de Gertrudis Gómez de Avellaneda. En este periodo se puede decir
que tiene lugar el florecimiento del Romanticismo en España. En 1868, tras la Revolución
de la Gloriosa, se expulsa a la reina y tiene lugar la Restauración
borbónica con Alfonso XII, donde se alternan en el poder pacíficamente,
conservadores y liberales. En el terreno ideológico, cobra importancia un
movimiento renovador: El Krausismo, que
defiende una moral basada en la idea de la tolerancia, Giner de los Ríos aplicó
estas ideas a la pedagogía y creó la Institución
libre de Enseñanza, que influirá en autores posteriores, los llamados de la
Generación del 98 (Fecha que marca la
frontera entre los dos siglos)
Las
nuevas ideas románticas se introducen en España a través de:
-
El Periodismo, los artículos de Nicolás Böhl de
Faber.
-
El
regreso de los exiliados, con las
ideas adquiridas en Europa.
-
El
estreno en 1834 de La conjuración de Venecia de Martínez de
la Rosa y en 1835 de D. Álvaro o la
fuerza del Sino del Duque de Rivas.
Los
manuales señalan 1849 con la publicación de La
Gaviota de Cecilia Böhl de Faber, la fecha de finalización del
Romanticismo, sin embargo, otros señalan la fecha de 1868, con la rev. de la
Gloriosa, pero aún tras esa fecha publican Bécquer y Rosalía de Castro,
románticos plenos.
CARACTERÍSTICAS DE
LA LITERATURA ROMÁNTICA:
Loa
románticos protestan contra los valores impuestos y los problemas
sociopolíticos del momento y hacen de la Libertad su bandera. Es una nueva
forma de crear y vivir que refleja una nueva actitud ante los problemas del
hombre.
El
romántico expresa sus emociones con un egocentrismo exacerbado, él es el centro del mundo, intermediario entre
el arte y los demás hombres. Proclama su derecho a expresar su libertad individual frente a la
sociedad (rechaza sus reglas), por eso, a veces, se siente solo, insatisfecho, vacío, lo que se dio en
llamar “el mal del siglo”. El romántico buscaba una felicidad imposible, se rebela ante su realidad y por eso, a
veces, se evade a otros tiempos
pasados o a otros mundos exóticos o desconocidos, cuando no se refugia en su
intimidad, en su interior. Y contradictoriamente, esto le llevó a aferrarse al Nacionalismo de cada país o de cada
región, con sus costumbres y valores tradicionales, frente al universalismo de
la Ilustración.
Por
esto, los temas literarios serán:
1.-
Los sentimientos: la melancolía, el
amor, la búsqueda de la felicidad, la fuerza del destino. Frente a la búsqueda
de la RAZÓN del S. XVIII, el romántico rompe convencionalismos sociales, y da
fuerza a la pasión y a la imaginación.
2.-
La exaltación del YO y el deseo de Libertad:
el protagonista de poemas, relatos y dramas, se siente superior al mundo, o
al menos elegido para un destino carismático (El Pirata de Espronceda, o el D.
Juan de Tirso), se aisla y busca una soledad libertaria.
3.-
Los conflictos sociales: el romántico
se hace portador de las desigualdades sociales, eco de las teorías del
humanitarismo social, presenta personajes marginados, pero libres, bandoleros,
mendigos, víctimas de una sociedad clasista y opresora (El mendigo, de Espronceda, Traidor,
incofeso y mártir de Zorrilla o el protagonista de El Rayo de Luna, leyenda de Bécquer)
4.-
La alianza con los espíritus, o lo
satánico (El Estudiante de Salamanca,
de Espronceda, D. Juan Tenorio, de
Zorrilla, muchas leyendas de Bécquer: El
Monte de las almas, El miserere, Los ojos Verdes, etc.
5.-
El Pasado Histórico, nacional o regional,
la inspiración se busca en la E. Media, en el mundo árabe, en romances y
leyendas, en D. Quijote (los europeos, nos habían calificado de “país
romántico” por nuestra geografía y literatura del pasado)
En Cuanto a las
FORMAS:
1.-
Vuelven a rechazar las Reglas clásicas, mezclan géneros, tonos y estilos.
2.-
Escenarios, suelen ambientar sus
obras en una naturaleza salvaje, turbulenta, como el mar embravecido, las
ruinas, los cementerios, las tormentas, la noche. En España, ciudades como
Toledo, Sevilla o Salamanca, con su ambiente del pasado, serán escenarios de
muchas de ellas.
3.-
Dramatismo, se volcará el autor en
representar con agudeza y exageración, con intensidad emocional, a base de
adjetivos y ponderaciones los sentimientos de los personajes.
4.-
Retoricismo, por eso mismo el lenguaje
no es sencillo, sino efectista y grandilocuente en la mayoría de los casos
(pongamos en un apartado la sencillez de formas de un Bécquer o Rosalía), lleno
de esos adjetivos, palabras esdrújulas, exclamaciones, interrogaciones,
antítesis violentas, metáforas exageradas. Aunque por otra parte, puedan acudir
a un lenguaje popular y colorista, en los retratos costumbristas.
5.-
Los géneros más exitosos fueron la Poesía y el teatro (también en verso)
Podríamos
estudiar el Romanticismo por géneros: Prosa
(artículos de Larra o leyendas de Zorrila y Bécquer), Poesía (Espronceda, Carolina Coronado, Bécquer o Rosalía de Castro)
y Teatro (Martínez de la Rosa, Duque
de Rivas o Zorrilla)
Pero
también podríamos hacerlo dividiéndolos por su ideología política: Conservadores (Duque de Rivas o
Zorrilla), Liberales (Espronceda o
Larra), más neutrales Bécquer o Rosalía.
Mejor,
por tanto, acercarse a cada autor:
José
de Espronceda (1808-1842 Almendralejo, Badajoz), poeta por excelencia del
Romanticismo, de carácter exaltado y apasionado, combatió el absolutismo por lo
que fue perseguido y marchó al exilio. En Londres conocería a Teresa Mancha,
con la que se fugaría (pues ella ya estaba casada), más tarde Teresa lo
abandonaría.
Es
popular por su Poesía Lírica: la
Canción del Pirata, el Mendigo, el Verdugo y el Reo de Muerte, recogidas en su
libro Poesías, y también el gran
poema Canto a Teresa, incluído en el
Poema narrativo El Diablo mundo, cuyo tema es el desengaño. Son destacables su
marcados acentos, sus cambios de ritmo y sus estribillos.
Poesía narrativa,
que incluyen
los dos grandes poemas El Estudiante de
Salamanca y El Diablo Mundo. En
el Estudiante relata la historia del seductor Félix de Montemar con Dña Elvira,
a la que matará de amor no correspondido, y desafiará a D. Diego, hermano de
esta, el héroe se rebela ante los hombres y ante Dios, en la escena del
cementerio bailará la danza de los esqueletos, pero no dejará que Dña Elvira le
salve, verá su propio entierro, y, así y todo proseguirá su desafío contra Dios
y Satanás.
Se
trata de un poema exaltado, pletórico de ritmo y fantasía. Recorre las calles
de Salamanca, en una noche que hace temblar al que osa salir.
Gustavo Adolfo
Bécquer (Sevilla 1836- Madrid 1970), leyó de
joven en la Biblioteca de su tío y padrino a los poetas alemanes, Schiller y
Heine, y armonizaría luego en su Poesía,
el profundo sentir de los lieder (canciones) alemanes con la gracia de la copla
andaluza.
Se
aventuró a ir a Madrid para ver si tenía suerte en el mundo literario, pero
tuvo que malvivir de colaboraciones en los periódicos y adaptaciones de obras
teatrales extranjeras. Colaboró con su hermano Valeriano –pintor-, en la escritura
de la Historia de los templos de España, que
dejaron incompleta. Su hermano le apoyaría y le cuidaría siempre, cuando tuvo
el desengaño amoroso con Julia Espín o Elisa Guillén, como cuando le abandonó
su mujer Casta Esteban.
Vivió
además en Toledo y Soria, donde sitúa varias de sus Leyendas.
Escribió
el libro de poemas Rimas, que
había dejado en casa del Ministro González Bravo, tras un incendio en la casa,
se perdió el manuscrito y Bécquer las reescribiría en El libro de los Gorriones, hoy en la Biblioteca Nacional. Están
clasificadas en cuatro grupos, aquellas que hablan de la poesía y la
inspiración / aquellas que hablan del amor exaltado o correspondido / las que
hablan del desengaño amoroso / y las que hablan de soledad y de la muerte,
precedidas de un “Poema sinfónico”, que posiblemente él había escrito como
prólogo para toda su obra.
Predomina
un estilo intimista y sencillo, breve, con leves asonancias, estructuras
paralelas, que combinan versos de arte mayor y menor, combinación de rimas
agudas y llanas, buscando la musicalidad, en las Rimas largas tenderá a buscar
estribillo o la forma dialogada, que enfrenta un yo a un tú.
Hay
que subrayar que con Bécquer se inicia la poesía moderna, y que su influencia
llegaría a Rubén Darío, a Machado o a la Generación del 27.
Rosalía de Castro
(Coruña 1837-1885), desde
muy temprana edad destacó por sus dotes de declamación, vivió una infancia y
adolescencia un tanto atormentada, en un ambiente tradicional y conservador
gallego. Podría tomársela como la iniciadora del Rexurdimento gallego al publicar sus Cantares Gallegos con un prólogo en el que defendía su idioma, sus
paisajes y sus gentes, más tarde seguirían Eduardo Pondal o Castelao.
De
Cantares Gallegos,siempre se
recordarán poemas tan emotivos como “Adiós ríos, adiós fontes” o “Campanas de
Bastabales, cando vos oio tocar”. Donde aparece el canto a la naturaleza.
También
en Gallego escribió el siguiente libro de poemas Follas Novas, Los textos subjetivos de Follas novas podrían pertenecer a la escuela germánica
(composiciones breves, de estilo sincero, espontáneas, impresionistas,
intimistas y sugerentes), de la cual es representante Bécquer, pero la lírica
de Rosalía es diferente a la becqueriana, ya que Rosalía se aleja del sentimentalismo para
facilitarnos, mediante la introspección, su vida radical, angustiada y
pesimista; la búsqueda del sentido de la existencia.
Recordamos
sus reivindicaciones sociales en poemas como “Castellanos de Castiella tratade
ben os gallegos”. O su afamado “Una vez tove un cravo cravado no coraçon” (que
influiría luego en Machado).
Su
último libro, escrito en castellano En
las Orillas del Sar, poesía intimista, dolorida, de nuevo frente a la
naturaleza.
También
escribió en prosa: “La hija del Mar”
(la historia de dos mujeres) y “El caballero de las botas azules”,
relatos fantásticos.
Mariano José de
Larra
(1809-1837), autor como Espronceda o Rosalía, comprometido con su tiempo y la
situación que le tocó vivir, se enfrentó con lucidez al atraso, el inmovilismo,
y la corrupción política que vivía España, pretendió sensibilizar a la gente,
cambiar la sociedad en una más eficaz, responsable y moderna.
Se
convierte en el primer periodista español, fundó los periódicos de El duende satírico y El pobrecito hablador,
utilizó el seudónimo de Fígaro para escribir en El observador y en El español.
Sus Artículos se publicaron bajo
epígrafes de Artículos políticos (El castellano viejo, Vuelva Usted mañana),
artículos de costumbres (El día de difuntos de 1836) y artículos literarios (lo
que no se puede decir, no se debe decir), su narración es directa y clara,
siempre irónica, mordaz y crítica, que ha servido como modelo de periodismo
hasta nuestros días.
TEATRO ROMÁNTICO
El Teatro romántico enlaza con el del S. de Oro, tan atacado en el Neoclasicismo
que pretendía enseñar al público. Este teatro, por el contrario, pretende ser
efectista, conmover y emocionar al público.
Sus
temas son el amor, el destino, la
libertad, la venganza y la rebeldía. Al héroe
(protagonista) le acompaña un sino trágico, desgraciado; La heroína suele ser dulce, inocente,
apasionada. Los escenarios, ya
sabemos, panteones, parajes solitarios, mazmorras, cuevas, montañas, lances y
desafíos. Sus aspectos formales es
que no se atiene a las reglas (acción, espacio, tiempo), utiliza la sorpresa,
introducción de elementos nuevos, cambios de personajes, que intensifican el
clima dramático, en un lenguaje declamatorio y grandilocuente.
Destacan
El Duque de Rivas, con su D. Álvaro o la fuerza del Sino, donde la
fatalidad persigue al protagonista para destruirlo, por más que él intenta
esquivarlo, mmezclado con el mal entendido tema del honor.
José Zorrilla
(Valladolid 1817-1893), escribió
también algunas leyendas (A buen juez,
mejor testigo), tuvo una vida agitada, pero al final el público reconoció
su mérito. Obras famosas, son Traidor,
inconfeso y Mártir, y, sobre todo, D.
Juan Tenorio, obra que tiene como antecedente “El Burlador de Sevilla” de Tirso de Molina en el S. XVII.
Aún
hoy día es costumbre seguirla representando en los teatros españoles en la
fiesta de Todos los Santos. La obra se divide en dos partes, la primera con
cuatro actos y la segunda con tres, se trata de las andanzas del libertino,
incrédulo y soberbio D. Juan, que cree que nada le puede, hasta que se ve
enamorado de Dña Inés, novicia inocente que ha vivido siempre en un convento.
La
segunda parte, incluye la invitación de D. Gonzalo (comendador y padre de Dña
Inés) des pués de muerto a D. Juan a cenar a su casa. Y la Misericordia de
Dios y apoteosis del Amor, con cuatro escenas, incluyendo la última escena
que sólo tiene un diálogo recitado por Don Juan en el cementerio con el que
termina la obra.
Otra
obra muy conocida fue Los amantes de
Teruel de Hartzenbusch , versión
romántica española de una historia semejante a Romeo y Julieta.